Hiere tu ego, que no hayas hecho nada para crecer, para ser más consciente, más amoroso, más dichoso, más creativo, más silencioso, y para hacer un bello mundo a tu alrededor. No has aportado nada al mundo; tu existencia no ha sido una bendición, sino una maldición. Has traído tu cólera, tu violencia, tus celos, tu competitividad, tu codicia por el poder. Haces del mundo un campo de batalla; estás sediento de sangre y haces a otros sediento de sangre. Privas a la humanidad de su humanismo. Ayudas al hombre a caer por debajo de su humanidad, incluso a veces por debajo de los animales.
Un Gautama Buddha o un Kabir o un Chuang Tzu, te hiere porque él ha florecido, y tú estás ahí parado. La primaveras van y vienen, nada florece en ti, ningún ave viene y hace su nido en ti, ni cantan sus canciones a tu alrededor. Es mejor crucificar a Jesús y envenenar a Sócrates, hacerlos a un lado, de modo que no necesites sentirte en ninguna forma espiritualmente inferior.
El mundo ha conocido sólo unos cuantos rebeldes, pero ahora es el momento. Si la humanidad demuestra ser incapaz de producir un gran número de rebeldes -un espíritu rebelde- entonces nuestros días sobre la tierra están contados, entonces este siglo puede convertirse en nuestro cementerio. Estamos llegando muy cerca a ese punto.
Tenemos que cambiar nuestra consciencia, crear mayor energía meditativa en el mundo, crear más amor. Tenemos que destruir al hombre viejo y su fealdad, sus ideologías podridas, sus estúpidas discriminaciones e idiotas supersticiones, y crear un nuevo hombre con ojos frescos, con nuevos valores, una discontinuidad con el pasado. Ese es el significado de rebeldía.
Estas tres palabras te ayudarán a comprender.
REFORMA significa una modificación. Lo viejo permanece, le das una nueva forma, una nueva figura; un tipo de renovación de un edificio viejo. Su estructura original permanece, lo blanqueas, lo limpias, haces algunas ventanas, algunas puertas nuevas.
La REVOLUCIÓN va más allá de la reforma. Lo viejo permanece, pero muchos cambios se le añaden aún en su estructura fundamental, no sólo cambiando su color y abriendo algunas ventanas y puertas, sino tal vez construyendo nuevos pisos, elevándolo más hacia el cielo. Pero lo viejo no es destruido, permanece escondido detrás de lo nuevo. De hecho sigue siendo el cimiento de lo nuevo. La revolución es una continuidad con lo viejo.
La REBELIÓN es una discontinuidad. No es una reforma, no es una revolución. Es simplemente desconectarte de todo lo que es viejo. Las viejas religiones, las viejas ideologías políticas, el viejo hombre, todo lo que es viejo, te desconectas de ello. Comienzas una vida fresca, desde sus principios.
Y a menos que preparemos a la humanidad para empezar la vida nuevamente, una resurrección, una muerte de lo viejo y un nacimiento de lo nuevo...
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario