domingo, 30 de abril de 2017

¿ Existe Dios ?


HAWKING

“Dios no existe”, según Stephen Hawking… a pesar de que para muchos él mismo es la prueba de que los milagros existen. A los 21 años le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa que provoca una parálisis muscular progresiva. Hoy, con 72, solo puede mover los ojos y las mejillas. Con estas controla un computador que le permiten comunicarse mediante un sintetizador de voz. Con acento robótico insiste en que la ciencia es la respuesta a todo.

“Creo que sí conseguiremos entender el origen y la estructura del universo. De hecho, ahora mismo estamos cerca de lograr este objetivo”, añade. Hawking se refiere al reciente hallazgo de ondas gravitacionales generadas durante la creación del cosmos.

El británico es optimista, pues para él, “no hay ningún aspecto de la realidad fuera del alcance de la mente humana”. Falta el detalle más importante: rebobinar por completo la película del origen.

EINSTEIN

Un niña de sexto grado le escribió a Einstein preguntándole si los científicos oran y en caso de ser positiva la respuesta, la siguiente sería… ¿para que?

Einstein le contestó a la niña en otra carta, enviada sólo cinco días después. La respuesta decía: “Apreciada Phyllis, intentaré responder a tu carta de la forma más sencilla que pueda. Aquí está mi respuesta: Los científicos creemos que cualquier cosa que sucede, incluyendo los asuntos de los seres humanos, se debe a las leyes de la naturaleza. Por tanto, un científico no puede inclinarse a creer que el curso de los eventos pueda ser influenciado por la oración, es decir, por un deseo manifestado de forma sobrenatural. 

Sin embargo, debemos conceder que nuestro conocimiento actual de estas fuerzas es imperfecto, así que, en el fondo, la creencia en la existencia de un espíritu final y definitivo reside en un tipo de fe. Esta creencia se mantiene ampliamente extendida aun en medio de los actuales logros de la Ciencia.
Pero también, cualquier persona que esté seriamente involucrada en la búsqueda de la Ciencia acaba convenciéndose de que algún tipo de espíritu se hace manifiesto en las leyes del Universo, uno que es enormemente superior al espíritu del hombre. En este sentido, la búsqueda de la Ciencia lleva a un sentimiento religioso de un tipo especial, que seguramente es bastante diferente a la religiosidad de alguien un poco más inexperto”.

SPINOZA

Dios hubiera dicho:

“¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.

Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito…

¡No me encontrarás en ningún libro!

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad?

¿Qué clase de dios puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.

Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?

Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… 

¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.
Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti”.

CALIGRAFÍA - su importancia


En mi "época" de enseñanza primaria (el primer y segundo año) todavía se daba como asignatura la CALIGRAFÍA. De allá hasta acá ha llovido bastante y pasado aún más agua bajo el puente.

Lo que pasa es que cada vez más me encuentro con personas (sobre todo jóvenes) que tienen una caligrafía ESPANTOSA, por no decir incomprensible.

Cuando hablo sobre el tema, la verdad es que casi nadie le toma el peso y hasta argumentan que "eso" ya no es tan "necesario", sobre todo teniendo en cuenta la plataforma tecnológica sobre la cual navegan nuestras vidas.

Para mi "esto" es un HORROR, pero para no pecar de exagerado, me dí a la tarea de investigar un poco sobre la importancia de CALIGRAFÍA y el porqué DEBEMOS RETOMARLA, antes de que sea irremediablemente tarde.

Un extracto de algunos de los beneficios de la Caligrafía, se los refiero a continuación:

"El proceso de la escritura a mano nos ayuda a desarrollar habilidades motoras finas en la infancia, que a la vez apoyan las habilidades de comunicación en la educación primaria. El simple acto de tomar un bolígrafo o un lápiz correctamente guiándolos a lo largo del papel, no es poca cosa, pues ciertas habilidades motoras se van perfeccionando desde el momento en el que el cerebro envía las señales a las manos. De acuerdo a algunos especialistas, con el incremento en el uso de tabletas y otros dispositivos táctiles, los niños tienen menos oportunidades de desarrollar destrezas necesarias para algunas tareas diarias, como abotonar la ropa, o atar los zapatos.

Por otro lado, la caligrafía promueve el pensamiento claro y la estructura natural. Al escribir a mano, se activa un área del cerebro conocida como Sistema de Activación Reticular, a través del cual este órgano filtra la información que procesa, priorizando aquellas cosas en las que estamos concentrándonos activamente. En otras palabras, el cerebro pondrá mayor atención a lo que escribimos que en lo que ocurre a nuestro alrededor.

Finalmente, escribir estimula nuestras conexiones neuronales, ayudando a retrasar el proceso de envejecimiento, pues involucra habilidades como la memoria, la capacidad visual, motora y mental".
Y por último y sólo a modo de motivar una reflexión personal sobre el tema, sobre todo para aquellos que son padres... el mundo "moderno" ha ido privilegiando cada vez más LAS FORMAS, dejando cada vez más atrás los CONTENIDOS... 

¿ Porqué ?... 

Pues simple: a través de las "formas", léase cuerpos, ropa, moda, tecnología... se está priorizando el COMERCIO, pues todo "esto" se traduce fácilmente en fuentes de dinero para su productores...
Y si leemos más profundamente... cuando una persona está imbuída en estos temas, su punto de concentración principal es la obtención del dinero, cuando no se deciden por la vía rápida (drogas o delitos), pues entonces la canalizan a través del trabajo... y como cada vez "necesitan" más y más dinero para mantener este "mundo de las formas", pues literalmente se ESCLAVIZAN en sus trabajos, con tal de obtener el tan ansiado "premio", que les permita obtener todos estos "beneficios".

Si tenemos una persona que está literalmente sumergida en esta "corriente", tenemos una persona que es muy fácilmente manipulada, ya sea con fines comerciales, políticos, ideológicos, religiosos y hasta deportivos (que no es un tema menor), porque aquellos que han "creado" esta "corriente", TAMBIÉN LA MANEJAN a su antojo, así hacen que la gran masa hoy se dirija hacia el regaetton y mañana hacia la bachata, por sólo dar un pequeño ejemplo.

Una persona de estas características es por regla general una persona AJENA A LOS CONTENIDOS, pues no la han formado tomando en cuenta los mismos, sino su opuesto que son las FORMAS.

El punto clave para que una persona sea EXITOSAMENTE AJENA A LOS CONTENIDOS, es que NO LEA, que no le interese leer, que le de fastidio la lectura, que no soporte leer más allá de un par de oraciones sencillas.

Evidentemente que una persona que NO LEA, es por regla natural una persona que NO ESCRIBE...
¿Y como se puede llegar a que una persona NO ESCRIBA?... pues NO ENSEÑÁNDOLE A ESCRIBIR, no enseñándole la importancia de la escritura, NO ENSEÑÁNDOLE CALIGRAFÍA y como si fuera poco estigmatizándola de "no necesaria en los tiempos de hoy".

Sin dudas que estoy describiendo, aunque por partes, al HOMBRE "MODERNO", el que no sabe hablar, no sabe leer, no sabe escribir... y además NO LE INTERESA NINGUNA DE LAS TRES ACTIVIDADES... pero si están muy al tanto del último grito de la tecnología, la moda y sobre todo el físico... una persona que está interesada en el SEXO como "moneda de cambio" social, para lograr la tan añorada (aunque inconscientemente) ACEPTACIÓN por parte de la "tribu".

ESTOY HABLANDO DEL "TONTO ÚTIL" que han creado las élites gobernantes del Planeta, para que les sirvan de "carne de cañón" para que les generen sus riquezas y sobre todo para que les perpetúen en el PODER.

Con CALIGRAFÍA, ESCRITURA, LECTURA, VOCABULARIO... la persona se convierte en un SER PENSANTE, al cual es muy difícil de manipular, mucho menos engañar.

¡ ESA ES LA VERDADERA IMPORTANCIA DE LA CALIGRAFÍA !

lunes, 17 de abril de 2017

¿Quien Soy?


Ramana Maharsi (1879-1950) fue el sabio más importante del siglo XX, y la raíz de su filosofía consiste en la auto-indagación, la verdadera meditación.

Simplemente pregúntate:

- ¿Quién soy yo?
- ¿Quien es el que ve cuando yo veo?
- ¿Quien es el que escucha cuando yo escucho?
- ¿Quién es consciente de aquello que me doy cuenta?
- ¿Quién soy yo?

Exploremos esta cuestión con un juego. Imagina que tu y yo estamos manteniendo una conversación. Típicamente, cuando alguien se te acerca y te pregunta: ¿tú quien eres?, no estás pensando que se refiere a la parte profunda de la cuestión, simplemente respondes:

“Soy Ana Perez”

Pero te desafío a lo siguiente: voy a tomar un papel y lo escribo con todas las letras: A-n-a P-e-r-e-z , y ahora te lo muestro.

¿Es eso lo que eres? ¿una colección de letras?

¿Es eso quien ve lo que tu ves?

Obviamente no lo es, así que me responderías:

“bueno, tienes razón, lo siento. No soy únicamente Ana Perez. Eso es solo un nombre con el que me llama la gente. Es una etiqueta. Realmente, soy la esposa de Antonio Rodriguez.”

¡Vaya! ¡eso ya no es ni siquiera políticamente correcto en nuestros días!

¿Como vas a ser la mujer de Antonio Rodriguez? ¿Quieres decir que tu no existías antes de conocer a Antonio? ¿o bien quieres decir que dejarás de existir si el falleciera, o si tu te volvieras a casar con otro? “La esposa de Antonio Rodriguez” no eres tu. De nuevo, es otra etiqueta. Tómate tiempo para responder.

“De acuerdo, ahora prestaré más atención. Mi etiqueta es Ana Perez. Nací en Barcelona en 1972. Viví en Sevilla con mis padres Paco y María hasta los cinco años de edad. Después nos trasladamos a Madrid donde cursé la escuela primaria… Fui a la Universidad Politécnica de Madrid donde me gradué como Ingeniera Industrial y conocí a Antonio Rodriguez. Eso es lo que soy”

No te pregunté todo lo que ha ocurrido desde que naciste. Te he preguntado “quien eres tu”. Lo único que has hecho es describir experiencias. ¿No te parece que si hubieras ido a otra universidad tu seguirías siendo la misma?

En ese momento te das cuenta que nunca antes te has preguntado “quien soy yo” de forma seria. Esto es a lo que se refería Ramana Maharsi.

Ahora te pones más serio y dices:

“Vale, soy el cuerpo que ocupa este espacio. Mido 1 metro y 70 centímetros, peso 65 kilos, y aquí estoy”

Cuando fuiste Ana Perez durante la escuela primaria, no medías 1.70m ni pesabas eso. ¿Entonces cual de las dos eres tu? ¿Eres la persona de los 1.70m o la de los 1.60m de aquel tiempo? ¿No estabas ya ahí dentro cuando eras Ana Perez? Eso es lo que dijiste antes. ¿No eres tu la que tuvo la experiencia de ser Ana en la escuela de Ingeniería Industrial y a la vez tu eres la que está respondiendo estas preguntas?

¿Acaso no eres la misma?

¿Recuerdas cuando tenías 10 años y te mirabas al espejo? ¿Es que no eres la misma ahora? 

Simplemente ha cambiado tu cuerpo. ¿No has sido siempre la misma cada vez que te mirabas al espejo?

¿Cuando duermes en la noche, ¿sueñas? ¿quién es el que sueña? ¿qué significa soñar? Podrías decir “es como ver una película que se proyecta en mi mente y yo la observo”. ¿Quien la observa? “yo soy quien la observo”.

¿Es el mismo “yo” que se mira al espejo que el “yo” que observa el sueño?

Cuando te despiertas observas que hay una continuidad de la conciencia de tu ser que se da cuenta y observa.

Ramana Maharsi hacía estas preguntas simples: ¿quien observa lo que tu ves? ¿quien escucha lo que tu escuchas? ¿quien observa lo que tu sueñas? ¿quien mira la imagen en el espejo? Si tratas de responder honestamente, dirías:

“Yo. Soy yo. Yo soy el que está experimentando todo eso”

Y en vista de todo lo anterior, quizás sea la mejor respuesta que puedas dar.

Parece obvio darse cuenta que no eres los objetos que observas. Tu no eres el mundo exterior. Tu eres el que está dentro observando el mundo.

Esta parte era sencilla… ya hemos eliminado a todos los objetos exteriores. Pero ahora dime. ¿Quien eres?

Te das cuenta que aunque el mundo de los objetos no estuviera ahí fuera, tu seguirías estando ahí. En ese caso sentirías frustración y rabia si todo desapareciera ahí fuera, pero… ¿quién siente esa rabia? Volverías a repetir: “¡Soy yo!”

Y es correcto. Ese “yo” es el que experimenta a la vez el mundo exterior y el mundo emocional interno.

Imagina que estás paseando en un parque y observas a un perro que está jugando en la hierba. De repente escuchas detrás de ti un sonido como un zumbido: “Sssssss”. ¡Una serpiente de cascabel! ¿Crees que seguirías mirando al perro con la misma intensidad y enfoque? Por supuesto que no.
En ese caso tendrías miedo, y la sensación del miedo te impediría observar.

Toda tu atención puede ser absorbida por tus emociones.

Pero ¿quién siente ese miedo? ¿es el mismo que miraba al perro?

Te puedes quedar tan absorbido por tus sentimientos y por tus miedos internos que es difícil que te enfoques en los objetos externos. En pocas palabras:

El mundo exterior y el interior compiten para tu atención

También has experimentado lo contrario al miedo: hay veces que el mundo exterior te ha resultado complicado y amenazante, pero por dentro has estado en paz y calma. Sigues estando ahí, pero en un estado distinto.

Te darás cuenta que ambos, el mundo exterior de los objetos y el mundo interior de las sensaciones e un flujo que viene y se va. Pero tu, el que experimenta todo eso, permaneces consciente de todo aquello que pasa delante de ti.

Entonces ¿quien eres tu? Podríamos usar la respuesta de Descartes: “Pienso, luego existo“. Pero… ¿realmente es eso lo que ocurre? La cuestión es ¿quién está usando la mente para emitir pensamientos y luego manipularlos en forma de ideas y juicios? ¿No sigue existiendo el ser que experimenta incluso en ausencia de pensamientos?

Afortunadamente la respuesta es sencilla. Tu te das cuenta perfectamente de tu existencia , tu sentido de la existencia, sin necesidad de pensamientos. Puedes estar en meditación profunda, sin pensamientos, y existir igual. Te das cuenta que los pensamientos han desaparecido. No necesitas “pensarlo”, simplemente te das cuenta que “no hay pensamientos”. Al acabar la meditación te pones en pie y te dices a ti mismo: “que bueno, estuve meditando y por primera vez cesaron todos mis pensamientos, era un lugar de perfecta paz y armonía”

Experimentaste esa paz y armonía en ausencia de pensamientos, entonces obviamente tu existencia no depende de los pensamientos.

Los pensamientos pueden parar, y también ser extremadamente ruidosos. “Mi mente me vuelve loco, no para de hablarme. No consigo que se pare.” ¿La mente de quién? ¿Quién es consciente de esos pensamientos? ¿No eres tu el que se da cuenta de los pensamientos? ¿No te puedes deshacer de ellos si quisieras?

¿quien es el que se da cuenta de los pensamientos? ¿quien es el que sufre con ellos? Aquí vuelves a tener una relación sujeto-objeto con los pensamientos. Tu eres el sujeto, y los pensamientos son objetos de los que te das cuenta y puedes observar.

Tu no eres tus pensamientos.

“Entonces no soy nada del mundo exterior y tampoco soy mis emociones. Los objetos externos e internos fluye, vienen y se van, y yo los experimento. Pero no soy mis pensamientos. Pueden ser tranquilos o agitados, felices o tristes. Los pensamientos son simplemente otra cosa de la que puedo darme cuenta. Pero ¿quien soy yo? ¿quien es el que está teniendo todas estas experiencias físicas, emocionales y mentales?

Puedes hacer algo: trata de dejar a un lado esas experiencias y observa quien queda. Te darás cuenta de quién experimenta esa experiencia.

Llegarás a darte cuenta que tu, el experimentador, tiene una cierta cualidad: esa cualidad es la consciencia un sentido intuitivo de la existencia.

Tu sabes que estás ahí dentro. No necesitas pensarlo. Puedes pensarlo y reflexionarlo, pero te darás cuenta que únicamente estás pensando. Igualmente existes independientemente de tener o no pensamientos.

Trata de hacer este experimento sobre la consciencia:

Mira por la ventana, date cuenta de todos los objetos que hay ahí fuera. Observarás tu campo de visión cercano y lejano, y percibirás miles de detalles. Colores, variaciones de luz y sombra, la textura de la madera, el movimiento de las hojas en los árboles. Te estás dando cuenta de todo esto sin necesidad de pensar. Simplemente lo ves. Imagina que necesitaras tu voz interna para describir todo lo que estas viendo! ¿cuanto tardaría en comparación con tu percepción automática?
Cuando simplemente observas sin crear pensamientos, tu consciencia se da cuenta de todo sin esfuerzo, percibe y comprende todo lo que ve.

Consciencia es la palabra más importante que jamás pronunciarás.

¿Y qué significa “darse cuenta”?

Imagínate que estás en una habitación rodeado de gente y con un piano. Imagina que el piano deja de existir en tu mundo. ¿Tendrías algún problema con eso? Seguramente no. Ahora imagina que todas las personas de la habitación dejaran de existir. ¿Puedes soportarlo? Desde luego que si. Ahora imagina que tu consciencia, la parte de ti que se da cuenta deja de existir. Simplemente apágala. Cómo te sentirías si tu consciencia desapareciera? Simplemente no estarías allí, no tendrías tu sentido del “yo”. Dejarías de tener consciencia de tu existencia. Sin darte cuenta ni percibir tu existencia, no hay nada. ¿Hay objetos? Quien sabe. Si no hay nadie para ser consciente de los objetos, su existencia es irrelevante.

Sin embargo, si tienes consciencia, incluso aunque no haya nada enfrente de ti eres perfectamente consciente de que no hay nada.

Entonces, si volvemos a hacer la pregunta: ¿quien soy yo? responderías:

“Yo soy el que observa. Estoy aquí detrás en alguna parte. Miro hacia afuera y soy consciente de los objetos, pensamientos y emociones que pasan delante de mi.

Vives en el asiento de la consciencia.

Los objetos están delante de ti, los pensamientos los tienes más cerca, y las emociones un poco más alejadas. Detrás de todos ellos, allí estás tu.

A lo largo de tu vida han ido pasando pensamientos, formas y emociones, y tu has estado siempre ahí, como observador de todas ellas.

Estás en el centro de la consciencia. Estás detrás de todo, observando. Esa es tu casa verdadera.
Puedes quitar todos los objetos, y aún seguirías ahí. Pero si quitas la consciencia no hay nada.
Ese centro es el asiento del Ser.

Desde ese asiento, eres consciente de tus pensamientos, emociones y de un mundo que pasa a través de tus sentidos. Ahora eres consciente de que eres consciente.

Este es el asiento del Ser del Budismo, del Alma Cristiana y del Atman Hindú.

“The Untethered Soul: The Journey Beyond Yourself”, de Michael Singer.

sábado, 15 de abril de 2017

Huevos de Pascua


La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el centro de Europa e Inglaterra, empezó debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma, no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos. Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos, y para mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su ciudad, y los regalaban. Con el tiempo, la iglesia católica fue cambiando las tradiciones, y hoy solamente recomienda la abstinencia de carne los viernes de la Semana Santa.

Sin embargo, la tradición de regalar huevos el domingo de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo. La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo para regalar en pequeñas cestas.

En cambio, hoy aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde principios del siglo XIX se regalan también los huevos de chocolate, los preferidos por los niños, claro.

En muchas culturas, los huevos representan 'vida' y 'fertilidad', y tanto en Roma como en Grecia, se regalaban huevos pintados en las fiestas y festivales de primavera. Si hablamos de los huevos como símbolo cristiano, estos huevos tienen el sentido de una 'vida nueva', tal como significa palabra Pascua. Una vida que nos da el Jesucristo resucitado.

Y me preguntaréis: y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia? Pues el conejo ya ha sido una fantasía inventada por los padres para dar una pizca de ilusión al domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es que trae los huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate por el jardín o la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua. El conejo es un personaje para la Pascua, como papá Noel lo es para la Navidad. En todo caso, creo que con huevos de chocolate o sin ellos, la Pascua no cambiará su sentido para los cristianos.

¡Una feliz Pascua para todos!

martes, 11 de abril de 2017

Muchas preguntas y pocas respuestas...


Estoy viendo un reportaje de Mega TV, en donde se habla de la falta de Educación Sexual y los embarazos precoces... e inevitablemente caigo en una reflexión que me lleva a plantearme varias preguntas:

- ¿ Sólo hace falta "Educación Sexual", para que sepan prevenir embarazos y enfermedades, obviando el tema mismo de la sexualidad "despierta" a edad temprana ?

- ¿ Se considera "adulto" a un niño que "despierta" su sexualidad tempranamente y lo "practica" de forma "natural", como si fuese una "actividad" más de su edad, como por ejemplo: ir a clases o jugar ?... si así fuera, entonces:

- ¿ Que responsabilidad tiene un varón ante un embarazo de una niña de 12 años ?

- ¿ Que responsabilidad tiene una niña de 12 años ante su hijo ?

Legalmente no pueden trabajar para mantener a esos niños que están llegando, porque sus padres SON TAMBIÉN NIÑOS, entonces...

¿ Debiéramos re-definir la "mayoría de edad" ?... y si así fuera:

- ¿ Se podría contratar a un niño de 12 años para trabajar igual a igual a un "adulto" ?

- ¿ Se podrían casar un niño y una niña a los 12 años ?

Y por último: ¿ Se les podría juzgar y hasta encarcelar a los niños y las niñas de 12 años que cometieran delitos ?

Termino con más preguntas que respuestas.

jueves, 6 de abril de 2017

La Compasión como frecuencia mental


Una serie de importantes estudios científicos que han medido a monjes budistas meditando sugieren que la compasión produce las frecuencias mentales más altas y podría ayudar a combatir la depresión.
Puede que resulte paradójico pero la mejor forma de asegurar tu felicidad es pensar en la felicidad de los demás. Esto es el fundamento del budismo mahayana --del camino del bodhisattva--, que se basa en la compasión y el altruismo como método para alcanzar la iluminación, pero recientemente también está siendo comprobado por la ciencia (no la iluminación pero si el bienestar del cuerpo-mente).

Hace algunos años el neurocientífico Richard Davidson visitó al Dalái Lama en Nepal. En una de sus conversaciones el Dalái Lama le sugirió que, si bien la neurociencia había dedicado mucho tiempo a estudiar la depresión y la ansiedad, menos sabía de la compasión y la felicidad, por qué no intentar medir sus efectos en el cerebro. Davidson, quien tiene un laboratorio en la la Universidad de Wisconsin-Madison, echó andar un importante estudio para medir las ondas cerebrales y las diferentes activaciones que se producen en el cerebro cuando personas meditan. Para el estudio en cuestión volaron a ocho monjes budistas de Asia, a los cuales conectaron a más de 128 sensores de un electroencefalograma.

A partir de estos experimentos, el monje budista Matthieu Ricard obtuvo el apodo del "hombre más feliz del mundo", particularmente por la gran cantidad de ondas gamma que producía su cerebro cuando hacía una meditación de compasión (una técnica muy común en el budismo tibetano). Esta firma nueral fue asociada por los científicos con un mayor bienestar. Recientemente entrevistado por la revista GQ, Ricard, explica que este apodo es erróneo. Ya que en el experimento hubieron personas que superaron sus picos de ondas gama. "Hubo un monje que sacamos de una cueva en Nepal. Él fue el que más fuertes ondas registro, fue algo nunca vista", explica Ricard quien también tiene una formación científica.

Davidson y su equipo notaron también que el grupo de monjes registró una menor reactividad que el grupo de control de meditadores. Esto fue medido disparando el sonido de una explosión por unos audífonos y midiendo la reacción en su cerebro. Se les dijo a los participantes que debían de neutralizar su reacción. En inglés se llama a esto "startle response" (respuesta de sobresalto) y está asociada con emociones negativas, ya que si se exagera la respuesta o la mente merodea en ella, puede producir estrés y emociones negativas. En el caso de los monjes se presentó una repuesta mínima, que mostró su capacidad de desapego --esto sugiere que los meditadores tienen una mayor tolerancia y una menor tendencia a frustrarse por eventos. No era que los monjes no reaccionaran, sino que liberaban su respuesta rápidamente.

Este mismo estudio notó que la respuesta más notable en las imágenes neurales ocurría cuando se meditaba sobre la compasión. Picos de ondas gamma de alta simetría se producían en estos casos; ya que las las ondas gamas son las de más alta frecuencia, uno puede conjeturar que realmente el amor o la compasión, como mantiene la sabiduría popular, son realmente los estados de más alta conciencia o vibración a los que accede el cerebro humano.

Richard Davidson explica además que estos estados de alta amplitud "indican plasticidad", es decir que el cerebro se modifica cuando se presentan, así que no son pirotecnia de poca consecuencia, sino que son fuegos constructivos que pueden moldear poco a poco nuestra estructura neural. Las imágenes de resonancia magnética mostraron actividad notable en la ínsula anterior. Davidson apunta que esta región es la que coordina mucho de la relación cerebro-cuerpo: "los sistemas en el cerebro que dan soporte a nuestro bienestar están íntimamente conectados con diferentes órganos y con el sistema endócrino e inmune." Las resonancias revelaron que "la compasión es un estado que involucra al cuerpo de manera integral" . En otro estudio Davidson descubrió que la meditación mejora la respuesta inmune a la vacuna de la influenza (inclusive cuando los meditadores no eran monjes budistas o meditadores "profesionales").

Davidson concluye que la mejor forma de activar los circuitos de emoción positiva del cerebro es través de la generosidad. Su colega, el profesor Lutz, señala que cultivar la compasión puede ayudar a prevenir la depresión, entre otras cosas. Ambos resaltan la importancia de que la compasión no es algo que dependa de ciertas cualidades innatas, sino que se puede aprender a desarrollar.
Hace una semanas publicamos el artículo (que recomendamos como continuación de este tema): La verdadera inteligencia es la compasión (lo que los maestros iluminados descubrieron ), en el que intentamos mostrar como la compasión es la piedra angular de diferentes tradiciones religiosas y filosóficas e incluso ha sido considerada como una forma de alquimia emocional, generando lo que los budistas llaman bodhicitta, la mente del despertar. 

via Pijama Surf

lunes, 3 de abril de 2017

Meditadores principiantes en el Zen


En el Zen se les enseña a los meditadores principiantes que aprendan a enfocar la atención en la respiración. Al principio es el 'yo' quien se esfuerza en hacerlo, ejerciendo la voluntad personal. ”Aquí estoy yo, ejerciendo la voluntad de enfocar la atención sobre la respiración” es el pensamiento de todo principiante. El 'yo' esta presente.

Es inevitable pasar por ahí. Hay que insistir en la practica, una y otra vez, una y otra vez. Haciéndolo así, con persistencia, llega un momento en el que la voluntad ya no es necesaria. La concentración de la atención sobre la respiración se va produciendo cada vez más naturalmente. Y llega un momento en el que el 'yo' es olvidado, trascendido. El sujeto se funde y desaparece con el objeto. Cuando el sujeto se ha fundido con el objeto, ya no hay un yo prestando atención a la respiración. Simplemente 'eso' sucede.

Aparece una respiración consciente o una consciencia que respira. Este estado de fusión sujeto-objeto,llamado técnicamente en el budismo 'concentración de acceso', constituye la vía de entrada al estado de samadhi. Podemos experimentar este estado de acceso a la concentracion durante cinco, diez, quince, veinte minutos, sin que se interrumpa. Pero sucede que, muchas veces, la autoconciencia emerge de pronto, estimulada por una sensación, un recuerdo, o cualquier otro contenido mental. De inmediato, a la vez que aparece de nuevo la dualidad sujeto-objeto, el estado de acceso a la concentración desaparece.

El meditador debe darse cuenta de esto y fijar así una vez más la atención sobre la respiración, de modo que pueda generarse de nuevo el estado de concentración de acceso. Debe tomar conciencia de cuales son los movimientos sutiles de la mente, aquellos que hacen que este estado aparezca o desaparezca. Y así, se va entrenando y desnudando.

Ríos que retornan al Océano.

Dokusô Villalba.