jueves, 17 de agosto de 2017

Hace muchos años nació un Príncipe en el norte de la India...



Su padre, el Rey; llamó a un sabio para que examinara al recién nacido. Al verlo el vidente notó signos super-naturales, que indicaban que se convertiría en un gran asceta o en un gran Rey. Al escuchar sus palabras, el Rey decidió resguardar a su hijo del mundo exterior y lo confinó al palacio, en donde lo rodeó de placeres y riquezas.

Entonces sucedió lo inevitable. A pesar de los esfuerzos de su padre, el pequeño Príncipe un día salió del palacio.

Vió cuatro cosas que cambiaron su vida para siempre: un anciano, un enfermo, un muerto y un renunciante. Al saber que las tres primeras no eran visiones extrañas, sino el destino inevitable de los seres humanos, se conmovió profundamente. A los treinta años decide renunciar al lujo y la vida del palacio para encontrar la respuesta al problema del dolor y del sufrimiento.

Llevó a cabo varias prácticas espirituales para realizar su verdadero Ser. Primero se encontró con 4 ascetas que practicaban sus disciplinas con mucha intensidad. Decidió unirse a ellos y vivir una vida de renuncia extrema en los bosques. Pero pronto llegó a la conclusión de que ese tipo de existencia no conducía la paz y a la auto-realización, sino que simplemente debilitaba la mente y el cuerpo.

Fue entonces cuando descubrió el "camino medio" que evita los dos extremos, el de la búsqueda de la felicidad a través del afecto y apego a los placeres de los sentidos (el cual es muy bajo, común, sin provecho y es el camino de la gente ordinaria). Y el otro que es la dedicación a la auto-mortificación en sus diferentes formas de ascetismo, la cual es dolorosa, sin valor y sin provecho. El experimentó los dos extremos, como un Príncipe, se hartaba de lo que el deseaba y como jain practicante, la leyenda dice que tuvo tanta hambre que una persona podía sentir su columna presionando su estómago.

Este camino, el cual da visión, conocimiento y conduce a la tranquilidad, se compone de ocho elementos que son: recto entendimiento, recto pensamiento, recto lenguaje, recta acción, recto estilo de vida, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración.

Muy pronto comenzó a tener cada vez más seguidores, explicaba a sus aprendices que la vida es sólo dolor y sufrimiento, muchos pensaban que esto era muy pesimista, pero él no trataba de ser ni optimista ni pesimista, sino tener una visión realista de la vida y del mundo y ver las cosas objetivamente, mostrando así el sendero que conduce a la libertad, paz, tranquilidad y verdadera felicidad.

"La causa de todo sufrimiento físico, emocional o existencial, incluido el derivado de la muerte, es la ignorancia o el olvido de nuestra propia naturaleza".

Mostraba a sus discípulos a ser refugio para si mismo, y no buscar ayuda o refugio en algún otro lado. Enseño y alentó a que cada persona se desarrollara totalmente y trabajara su propia emancipación, pues a través de su propia inteligencia y esfuerzo, el ser humano posee el poder de liberarse así mismo de toda servidumbre.

"Ustedes deberán hacer el esfuerzo por si mismos, yo sólo les he mostrado el camino".

Su enseñanza se extendió por toda Asia, partiendo de su compasión por el mundo para el bienestar y felicidad de la mayoría. Afirmó que para que un humano trascienda su espíritu, debe desarrollar dos cualidades: compasión y sabiduría (el aspecto emocional del corazón y el aspecto intelectual del cerebro), al mismo tiempo que entiende las cosas tal y como son, con inteligencia y sabiduría, esta lleno de amor y compasión hacia todos los seres sintientes.

En cierta ocasión un Rey le comentó que a diferencia de muchos discípulos de otras religiones, cuya apariencia generalmente era demacrada, burda, pálida, emaciada y poco atractiva, los discípulos que lo seguían se veían gozosos, regocijados, jubilosos, satisfechos, serenos, pacíficos y libres de ansiedad, como si disfrutaran su vida religiosa.

Entre todos los grandes maestros religiosos, el ha sido el único que no declara ser otra cosa que un Ser Humano.

Dio al mundo un mensaje muy importante. No es una fé en un Dios imaginario o alguna deidad ante quien toda responsabilidad es entregada. Es fé en el Ser Humano, dándole completa responsabilidad y dignidad; haciéndolo su propio maestro.

Su nombre fue Siddartha Gautama.

Gautama experimentó el grado más alto de consciencia llamado Nirvana. En sus propias palabras: "La realidad que vino a mi es profunda y difícil de ver o entender, por que esta más allá del pensamiento". 

A partir de su iluminación fue conocido como Budha (despierto).

Budha proclamó su mensaje durante 45 años y murió a los ochenta años en la luna llena de Mayo.

Nunc

viernes, 4 de agosto de 2017

Ángel


La tradición oral egipcia sigue narrando la historia de aquella vez que llegué con un grupo de españoles al Sinaí y me encontré en la cima con un niño que rezaba mirando al horizonte.
Acercándome, le pregunté con sorna: 

- ¿Con quién hablabas?
– ¡Con Dios! – Me respondió
- ¿Qué Dios? ¡Yo no puedo verlo! – Repliqué.
Pero el pequeño, señalando con su dedo algún punto delante de él, dijo:
- Quizás debería mirar mejor
- ¿Hablas con un Dios que solamente puedes ver tú? – Seguí preguntando -
¡Ese es su secreto y el mío! – Contestó
- ¿Y te responde? – Insistí -
¡Oh, por supuesto señor! - dijo finalmente,
y, volviendo su mirada entre las escarpadas cumbres, comenzó a entonar extractos del Sagrado Corán mientras yo me daba la vuelta y regresaba donde acampaban mis compañeros. No obstante, cuando me senté junto a ellos, uno me preguntó:
- ¿Con quién hablabas?
– Con un niño – respondí
- ¿Qué niño? ¡Yo no puedo verlo! – Me replicó y, señalando el lugar donde el pequeñuelo seguía recitando el Corán, comprendí que solo yo era capaz de verlo y oírlo.
En aquel momento se me encogió el corazón, dejé de respirar y entendí lo que estaba pasando
- ¡Quizás deberías mirar mejor! - dije finalmente mientras notaba cómo en mi alma se encendía una poderosa llama
- ¿Hablas con un niño que solamente ves tú? – Siguió preguntándome
- ¡Sí! - dije - ¡Ese es su secreto y el mío!
- ¿Y te responde?- Insistió mi compañero
– ¡Por supuesto!
- ¿Y qué te ha dicho? - Volvió a preguntarme
– Oh amigo mío, si te lo dijera, me tomarías por loco. Ese niño era un ángel del Señor que me ha enseñado la Belleza que se esconde en los versos de su propio Corazón.
Extracto del libro: 50 Cuentos Universales para Sanar tu Vida
Manuel Fernández Muñóz

Me declaro un TOTAL IGNORANTE...


Me declaro un TOTAL IGNORANTE en cuanto al "arte" como "creador", pero como Ser Humano lo "consumo" casi a diario, pues de alguna u otra manera siempre lo estoy "buscando".

Lo que sí puedo decir casi con seguridad es que casi siempre el "mundo artístico" rechaza (aunque sea muy "artísticamente hablando") a aquel público que honestamente dice que no le gusta, no lo representa, o sencillamente que es una PORQUERÍA... hablando de una u otra "obra"... y como si fuera poco y a manera de escarmiento, le cuelgan un cartelito de "ignorante" en el cuello para denigrarlo aún más.

En el caso que se decidan a "bajar del olimpo" y dedicarte algunos segundos de su "divino tiempo" para "explicarte" que quisieron plasmar en su "obra"... la mayoría de las veces lo hacen en un lenguaje que a mi me ha llegado a sonar BURLESCO... es una "ensalada de palabras", todas rebuscadas... que no llevan a NINGÚN LADO... y entonces el pobre "ignorante" se siente aún más despreciado, pues no ha entendido NI PAPA... y como si fuera poco debe agradecer al "artista" por haberse tomado el increíble trabajo de dirigirte la palabra.

También me ha tocado presenciarlos en "oratorias filosóficas" que parecen ser sacadas de "otro mundo"... a mi gusto, de un "mundo" muy afín al hospital psiquiátrico más cercano.

He tenido la "oportunidad" de presenciar "performances" que son transgresoras, por no decir claramente OFENSIVAS... pero que el público (aquel que tiene previamente el cartelito de "ignorante" colgado del cuello) no se atreve a juzgar, con tal de no "abrir la caja de Pandora" y ver como el "artista" forma un SHOW DE PROPORCIONES, con gritos y desmayos incluídos.

En fin, ME ENCANTA EL ARTE... el arte que expresa sin barreras, las vibraciones del Alma del ARTISTA y me ENCANTAN LAS PERSONAS QUE TIENEN ESE "DON" A TRAVÉS DE CUAL SE EXPRESAN Y QUE NOSOTROS, LOS "MORTALES" LLAMAMOS "ARTISTAS"...

...lo que me cuesta es lograr que me acabe de "cuadrar" el "ambiente artístico"... que se me antoja como una mezcla de nihilismo con existencialismo y con buenas dósis de arrogancia, soberbia y pedantería... en donde todo ARTISTA que se deja llevar por ese torbellino (en busca de reconocimiento, fama y dinero) finalmente SUCUMBE.

Ahora, todo "esto" es tan sólo MI CRITERIO PERSONAL... con el cual pueden o no coincidir. Saludos.

Comentario hecho a un video sobre el tema del Arte, publicado en la página "Contenido Selecto" (la cual recomiendo).