jueves, 9 de marzo de 2017

Desarrollar la atención...


Siempre que tu atención disminuya, en ese preciso momento, experiméntalo. Con ésta técnica, primero tienes que desarrollar la atención. Tienes que desarrollar una especie de actitud para la atención, sólo así esta técnica será posible, así que cada vez que tu atención se enciende, puedes experimentar... puedes tener una experiencia personal. 

Con sólo mirar una flor, puedes experimentarte a ti mismo. Mirando a la flor, no sólo estás mirando a la flor, sino también al que está mirando --pero sólo si conoces el secreto de mantenerte atento. Puedes mirar la flor y pensar que estás mirando a la flor, pero has comenzado a pensar 'sobre' la flor, y la flor desaparece. Ya no estás ahí, te has ido a algún lugar, te has movido de ahí. Estar atento quiere decir que cuando miras la flor, estás mirando la flor sin hacer absolutamente nada más... como si la mente se hubiera detenido, como si no hubiera pensamientos y sólo la simple experiencia de la flor estuviera ahí... 

Estar atento significa mantener un estado de alerta silenciosa en la que no hay pensamientos interfiriendo. Practícalo. Sólo puedes hacerla crecer, practicándola; no hay otra manera. Mientras más lo practiques, más la desarrollarás, en cualquier momento, en cualquier lugar; trata de desarrollarla.
Viajas en coche, o en tren... ¿Qué estás haciendo? Trata de desarrollar la atención; no malgastes el tiempo. Estarás en este tren durante más de media hora; desarrolla la atención. Mantente presente. No pienses. Mira a alguien, observa el tren, o mira hacia afuera, pero sé la mirada; no pienses en nada. Detén el pensamiento. Mantente presente y observa. Tu mirada será directa, penetrante, y desde todas partes tu mirada se verá reflejada y te darás cuenta de quién está mirando. No te das cuenta de ti mismo porque ahí hay una pared. Cuando miras una flor, en primer lugar, tus pensamientos cambian la mirada; ellos le dan su propio color. Y luego esa mirada va hacia la flor. Vuelve hacia ti, pero entonces tus pensamientos le dan un color totalmente diferente. Y cuando vuelve, nunca te encuentra a ti ahí. Te has movido a alguna otra parte; no estás ahí. Todas las miradas vuelven; todo se refleja, todo se convierte en una respuesta, pero tú no estás ahí para recibirla. Tienes que estar ahí para recibirla. Trata de hacerlo durante el día, en cualquier actividad, y, lentamente, desarrollarás tu atención. 

Haz lo siguiente con esa atención. Cuando tu atención disminuya, en ese preciso momento, siéntete. Acuérdate de ti mismo. 

Existe una gran razón del por qué esta técnica te puede ser de inmensa ayuda. Lanzas una pelota contra la pared; la pelota vuelve a ti. Cuando miras una flor, o una cara, emites una cierta energía; tu mirada es energía. Y no te das cuenta de cuando estás mirando; estás gastando cierta cantidad de energía, estás emitiendo cierta energía. Una cierta cantidad de tu energía, de tu energía vital, está siendo lanzada. Es por esto que te sientes exhausto tras haber estado mirando a la calle durante todo el día; la gente que pasa, los anuncios publicitarios, las tiendas, la multitud. Mirándolo todo, te sentirás exhausto y lo único que querrás hacer es cerrar los ojos y relajarte. ¿Qué há pasado? ¿Porqué te sientes tan cansado?. Has emitido una cierta energía. 

Buda y Mahavira -ambos- insistían en que sus monjes no debían mirar demasiado. Debían concentrase más en el suelo. Buddha dice que no deberías mirar más allá de la punta de tus pies. No mires a ninguna parte. Solo mira el camino que estás recorriendo; mirar cuatro pasos por delante es suficiente, porque cuando avances esos cuatro pasos, nuevamente podrás mirar cuatro pasos adelante. No mires más que eso. Porque no estás para gastar energía innecesariamente. 

Cuando miras, estás disipando una cierta cantidad de energía. Espera, guarda silencio, permite que ésa energía vuelva. Y te sorprenderás. Si puedes dejar que la energía regrese, nunca te sentirás exhausto. Hazlo mañana por la mañana, pruébalo. En silencio, observa algo. Guarda silencio, no pienses, y espera pacientemente durante un instante; la energía volverá. En realidad te sentirás revitalizado. 

La gente contínuamente me pregunta... Siempre estoy leyendo... así que me preguntan, '¿Por qué tus ojos aún están tan bien? ¿Deberías haber necesitado gafas hace ya mucho tiempo? Tú puedes leer, pero si estás leyendo en silencio sin ningún pensamiento, la energía vuelve a ti. Nunca la gastaste. Nunca te sientes cansado. Toda mi vida he estado leyendo durante doce horas al día, a veces incluso 18 horas al día, pero nunca he sentido algún tipo de cansancio. Nunca he sentido nada en mis ojos; nunca se han cansado. Sin pensamientos, la energía vuelve hacia ti; no hay ninguna barrera. Y si estás ahí reabsorbiéndola, esta reabsorción es rejuvenecedora. Tus ojos nunca se sentirán cansados; estarán más relajados, más vivos, más llenos de energía. 

Osho - Extractos del Libro de los Secretos

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