Es muy difícil no ser tragado por lo ordinario, es agotador luchar contra ello y aún más difícil aprender un nuevo lenguaje, uno que te ayude a contar nuevamente la cansada historia del mundo con tu voz original.
Es difícil volver a cablear tantos cientos de años de soledad y separación de la naturaleza, de nosotros mismos y de nuestros otros, y creer, realmente creer, que el universo no conspira contra ti, sino contigo, que no estás solo, que alguien, algo - más grande que tú - te protege y el mismo hecho de que no encajes en la ecuación de la vida es porque seguramente tienes que encajar en otro lugar.
Entonces, si no has podido leer el libro que quieres, tienes que escribirlo. Si no has encontrado tu País de las Maravillas, tienes que construirlo. No hay de otra. Tú eres tu camino, tu verdad y tu vida. Tú no eres una víctima, ni siquiera un sobreviviente. Tú eres un creador.
Respétate a ti mismo. Amarte, a veces se queda corto.
Amarte a ti mismo se ha convertido en un término diluido y en un cliché emperifollado con cintas color de rosa. Respetarte a ti mismo es el nuevo negro. Básicamente significa: ponte de pie y consíguete un nuevo par de cojones para la vida, porque cualquier cosa que estés creando comienza contigo mismo, lo que te convierte en el activo más importante y también, en la responsabilidad más arriesgada.
Respétate lo suficiente como para exigir lo que crees merecer - ya sea que se trate de dinero, actitud, sueños, deseos, necesidades, gente… Esta lección no me hizo clic a mí hasta hace poco, cuando me di cuenta que realmente nunca obtengo lo que quiero, sino lo que sinceramente creo merecer - y esta resultó ser una película de terror y humillación. Pero me obligué a mí misma a sentarme a verla y llevé a cabo una especie de cirugía de mente y corazón, y todavía duele y aún estoy pagando las facturas del hospital.
La cosa es que nada ni nadie es tu dueño. No estoy segura de quién te haya fundado pero sin una maldita duda tú eres el Director General de tu vida. No esperes que nadie más venga a salvarte, establece tú tus propios límites, limpia todo tu desastre o mágicamente arregla tu vida. No va a suceder solo. Nadie más puede hacerlo, incluso si alguien quiere hacerlo. Tú eres el único que tiene la llave y la puerta hacia Ti.
Así es que organiza de nuevo tus oficinas, comienza a hacerte cargo del negocio de tu vida y realínea la brújula de tu corazón para que lo que sinceramente creas merecer coincida con lo que quieres y buscas activamente - y viceversa. Todo es uno y lo mismo.
El amor no es una palabra de cuatro letras (¡Maldita sea!).
Durante mucho tiempo creí que así era, y no sólo cuatro, sino blanco o negro, par o impar, caliente o frío, húmedo o seco. Sin embargo, nuestros corazones son políglotas. Por dentro hablamos 100 lenguas, pero no podemos entender racionalmente el 99.9 por ciento de ellas. Y al igual que la vida, el amor es un arte, y realmente nunca nos enseñaron cómo amar, ¿o sí? La mayoría de nosotros no hemos tenido ni la más mínima visión de cómo se siente un amor sano y vivificante (no mortificante).
Resulta casi gracioso que en la escuela nos hayamos visto obligados a memorizar los nombres de nuestros presidentes y los de sus esposas y amantes; que nos hayan forzado a recordar las fechas exactas de los asesinatos en masa y a respetar y temer a los asesinos, o a aprender cada detalle de cómo el 1% ha decidido, en un momento u otro de la historia, simplemente robar, conquistar y dividir el 99% de nuestros recursos naturales y esclavizar a nuestra humanidad, mientras estábamos/todavía estamos obligados a observar, y nos seducen para aceptar - ¿y ni siquiera un solo curso o dos acerca del amor, la vida, la alimentación? ¡Vamos Humanidad, puedes hacer algo mucho mejor que eso!
Juega con más ganas. Trabaja más inteligentemente. Sé aquí. No desanimes a tu niño interior.
Había estado trabajando durante años como una loca, poseída por la ansiedad, como un robot zombie alienígena - basada en la falsa creencia de que la vida es dura, que primero debía matarme a mi misma para después (algún día) vivir, que todo estaba en mi contra y que esto era una revolución, que debía matar de hambre a mi corazón para poder correr un poco más de prisa. Y que así lograría hacer las cosas, ¡pero mentira, mentira, mentira!
Así que he aprendido que el viaje es el destino, que el medio es el mensaje y que tus medios determinan tu fin. Y que tienes que hacer un alto y oler las flores, dejar que los perros te laman, y abrazar a las personas, incluso si 'apestan’. Abre tus ventanas, deja las puertas abiertas.
No esperes hasta tu lecho de muerte para disfrutar de la vida que no viviste y lamentar lo que no dijiste - mañana o dentro de cincuenta años, nadie está a salvo. Dilas ahora. Hazlas ahora. Sé eso ahora. Y quién sabe, tal vez en el Ahora es cómo vivas para siempre.
Suelta el control. (O, ¿por qué deberías dejar de ser un loquillo neurótico estresado?)
La necesidad del control proviene de la inseguridad acerca de tu propio poder y de la débil conexión que sientes con el resto del universo, la naturaleza, la gente, las circunstancias… No confías en ti mismo, entonces, como resultado, no puedes confiar en nadie más, en nada más. Y esa falta de confianza está enraizada en la creencia de que no eres suficiente.
Una parte de ti sabe que Eres y es consciente de todo tu potencial, pero se ha visto condicionada por años de auto-flagelación a través de la familia, la cultura, la religión, la sociedad, los medios de comunicación, las amistades, las instituciones (lo que sea) para creer lo contrario. Hay un ataque colectivo repetitivo en nuestros corazones, tratando de convencernos de que no somos lo suficiente, que necesitamos más de lo que está fuera de nosotros: cosas, gente, sensaciones, situaciones, con el fin de ser más completos y más nosotros mismos.
Pero mira, tú eres suficiente. Siempre lo has sido. Es matemáticamente imposible ser más o menos que suficiente, justo aquí y justo ahora y justo tú. Hay una hermosa rendición cuando comprendes que no necesitas nada - ni dinero, ni fama, ni poder, ni cosas, ni siquiera “amor”… porque ya ERES esas cosas, sentimientos, gente, sensaciones, pura vida y potencial - esperando ocurrir. Separarnos a nosotros mismos de lo que deseamos y/o creemos que “necesitamos” es una ilusión.
Andréa Balt
Traducido por Tarsila Murguía desde:
Si quieres acceder al artículo original (bellamente traducido por Tarsila), puede hacerlo pinchando aquí:
http://presenciaconsciente.tumblr.com/post/139112660547/evoluci%C3%B3n-5-malditas-lecciones-de-vida-que-ya
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