domingo, 19 de marzo de 2017

Meditación para principiantes...


La meditación tiene tantos beneficios a nivel físico, mental y espiritual que podríamos decir que es casi una necesidad para la vida actual, especialmente porque la mayoría de la población mundial está ubicada en las ciudades, donde las condiciones de vida y trabajo provocan estrés en las personas. De alguna manera el estrés es lo opuesto de la meditación, pues también tiene una serie de efectos negativos a nivel físico, mental y espiritual. Los síntomas del estrés pueden ir desde una alteración en los ciclos de sueño y vigilia y la digestión hasta irritabilidad, incapacidad para controlar nuestras emociones y pensamientos, dificultad para concentrarse y problemas de memoria. La meditación ayuda a aliviar todas esas cosas, además de brindarnos un conocimiento invaluable sobre nuestra mente y su funcionamiento. Sin embargo, cuando estamos empezando puede ser un poco complicado quedarnos quietos sin hacer nada. Estos son algunos tips para ayudarte a dar tus primeros pasos en la meditación: 

1. Inténtalo durante 2 minutos

Plantéate empezar con 2 minutos al día durante una semana; luego aumenta otros 2 minutos la siguiente semana. Si sigues el plan estarás meditando 10 minutos al día al cabo de un par de meses, y poco a poco te será más fácil. Lo importante es no ceder a la resistencia. 

2. Pon atención a tus sensaciones

Centra tu atención en cómo se siente tu cuerpo, cuál es tu estado mental y simplemente nótalo. No luches contra él, no intentes cambiarlo. Sólo respira y permanece como un testigo de tu existencia. 

3. Cuenta las respiraciones

Ya que estás sentado en una posición estable y has notado el estado de tu cuerpo, mente y emociones, enfoca tu atención en la respiración. Cada que inhales cuenta, y luego déjate experimentar las sensaciones de tu respiración entrando y saliendo del cuerpo. Cuando llegues a 10 respiraciones, empieza otra vez. Si te das cuenta de que te distrajiste después de las primeras dos no te preocupes, sólo comienza de nuevo y continúa hasta que llegues a 10. 

4. No te recrimines por las distracciones

Cuando se empieza a meditar es normal distraerse con los pensamientos. Cuando notes que ya estás pensando o preocupándote otra vez no te enojes, no te recrimines, no te frustres. Sólo calla y comienza a contar de nuevo, al tiempo que te concentras en tu respiración. 

5. No te preocupes

Si te sientes tenso, incómodo o distraído no te preocupes, sólo alégrate de haber empezado esta práctica. La preocupación sólo activa el estrés, el cual es innecesario cuando meditas. 

6. No luches contra los sentimientos negativos

Por un momento imagina que estás mirando el cielo y las nubes en un día de viento y entonces ves cómo las nubes cambian de forma, se mueven, se alejan y llegan nuevas, pero no intentas cambiar nada, sólo observas. Tus pensamientos y sentimientos son como esas nubes. Contémplalos sin elaborar en ellos; no crees historias. Respira sin rechazar ni aprehender nada. 

7. Comprométete

Para lograr resultados, es necesario que te comprometas contigo mismo a hacerlo. No pienses en ello como una obligación, piénsalo como un acto de bondad.

Con información de Zen Habits

jueves, 16 de marzo de 2017

La reflexión del "Centésimo Mono"


Ya sea que la teoría del "Centésimo Mono" sea cierta o sea una falsedad, tengo la sensación (cada cual tendrá la suya) de que hace unos cuantos años a esta fecha, la cantidad de personas que se "acercan" a la información que les permite "descubrir" que existe "otro camino", aparte del archi-conocido camino social, cultural y/o religioso de la Humanidad, va en aumento.

Ok, unos dirán que es la "moda"... y en parte les encuentro la razón, porque me he encontrado con mucha gente que domina a la perfección toda la "terminología espiritual", participa en cuanto foro o conversación que se hace en el mundo virtual sobre el tema, toma cursos de yoga, de meditación, tienen libros y libros de recetas de comida natural vegetariana y/o vegana, que van adquiriendo una imagen extremadamente estereotipada y muy adhoc al tema que nos referimos... sin embargo... ante cualquier evento REACCIONAN ya sea violentamente o se deprimen, privilegian (aunque muchas veces lo ocultan) el "estatus" así vaya en contra de la naturaleza y/o los animales, tienen conductas negativas respecto a otros Seres Humanos.

Algo de todo "esto" tenemos TODOS, si el "problema" no está en eso... sino en NO PARAR y darnos cuenta que estamos haciendo el "juego egóico" nuevamente, salvo que sea en público.

¿ De qué nos sirve finalmente acumular tanta información entonces ?... ¿ para nada ?... ¿ sólo para practicar socialmente la "vanidad espiritual" ?

Mi llamado (en el que me incluyo, como en todas mis demás sugerencias, pues yo soy mi primer "ayudado") es a TOMAR CONSCIENCIA en este sentido... mirémonos al espejo y más allá de los libros, las redes sociales, las reuniones espirituales, la vestimenta y toda nuestra "actuación social"... VEÁMONOS LO MÁS AL FONDO QUE NOS SEA POSIBLE, de manera que aflore de esa manera nuestra esencia misma que no es otra cosa que el Amor; para podernos erizar, llorar, sentir la compasión y nos PODAMOS CONECTAR CON EL MUNDO REAL... ¡ sin testigos !

Y ya no hablando los beneficios que nos traería a nosotros, pensemos en los demás y seamos conscientes que esta "conexión" no es otra cosa que un evento energético y como tal tiene su vibración, la cual como toda energía se desplaza en el "tiempo y el espacio"... y puede eventualmente alcanzar a otros Seres Humanos, que pueden estar necesitando esta "ducha energética" que los ayude a salir de sus propios "pantanos egóicos".

¡ Namasté !... _()_

sábado, 11 de marzo de 2017

Hippies


Los "hippies" fueron parte del llamado movimiento de contracultura de los años 1960. Adoptaban un modo de vida comunitario, basado en el amor y la paz, renegaban del nacionalismo y de la Guerra del Vietnam, tomaban elementos de religiones como el budismo, el hinduismo, y también de las religiones de los indios norteamericanos. Estaban en desacuerdo con los valores tradicionales de la clase media estadounidense.

Consideraban el paternalismo gubernamental, el militarismo, las empresas multinacionales y los valores sociales tradicionales como parte de un sistema que, a sus ojos, no tenía legitimidad.

Los hippies se automarginaban de la sociedad, buscando formas de vida en común en las que la paz y el amor fuesen los valores más importantes. Esto los hizo oponerse frontalmente a la mayoría de las doctrinas, valores y costumbres comúnmente aceptados.

Por sí mismo el movimiento no tenía un carácter ideológico ni político claramente definido, aunque sus ideas y su modo de vida tienen cierta similitud con algunos aspectos del anarquismo, como, por ejemplo, la vida en comunas.

El movimiento hippie tuvo su apogeo en fines de los años 1960 cuando acontecimientos como la Ofensiva del Tet en Vietnam comenzaron a demostrar que la guerra no estaba ganándose. En los años 70 contaban con el desprecio de Nixon por su tendencia pacifista; pero entonces ya esta de su lado la mayor parte de la población de Estados Unidos.

Alrededor de 1980, gran parte del estilo hippie, pero muy poco de la esencia del movimiento, fue absorbido por la cultura mayoritaria. La prensa generalista perdió interés en esta subcultura.

Tomado de: http://helfica.blogspot.cl/…/como-surgi-el-movimiento-hippi…


viernes, 10 de marzo de 2017

Vivimos en una espiral carente de amor…



Tengo 55 años.

Mis abuelos vivieron la carencia del amor en sus senos familiares, ya sea por incomprensiones de sus padres, ya sea por dramas familiares. 

Cuando tuvieron a mis padres ya venían con el “recipiente” de amor no “completo”, así que a la hora de traspasarlo a sus hijos sólo lo hicieron en una fracción del mismo, porque en los tiempos que vivieron había mucha escasez de todo y había que dedicar buena parte del tiempo a tratar de generar “recursos y/o alimentos” con que mantenerse.

Por tanto mis padres llegaron al momento de tener a sus hijos (incluyéndome) con un “recipiente de amor” aún menos lleno que el de mis abuelos… y con la situación social que les tocó vivir, en donde la política era el “leitmotiv” de sus vidas, les privó de mucho de su tiempo libre (que bien podrían habérnoslo dedicado a nosotros, sus hijos)… por consecuencia lo que nos fue traspasado de su “recipiente de amor” fue tan sólo una fracción de lo poco que ellos ya “traían”.

Así llegamos al momento de concebir a nuestros propios hijos (yo no tuve hijos, pero mi hermano sí, que son mis dos queridas sobrinas) y volvemos a estar más dedicados a tratar de sobrevivir económicamente que a las demás actividades familiares, como consecuencia de ello lo más seguro es que solamente les pudimos traspasar tan sólo una pequeña parte de nuestro ya escuálido “recipiente de amor”.

Y finalmente llegamos al momento en que nuestros hijos, se disponen a ser padres por ellos mismos… y los vemos como están tan “ocupados” en sus trabajos, en sus negocios, con tal de que “nada falte en sus casas” (porque no quieren que sus hijos “pasen lo que ellos ya pasaron”)… y como el mundo “moderno” ahora da más oportunidades a mayor cantidad de gente a través de mecanismos financieros flexibles (tarjetas, créditos, etc), pues abarrotan el mundo de nuestros nietos de objetos materiales en forma de ropas, calzados, muebles, tecnología, juguetes inimaginablemente “inteligentes”… y mientras este “abarrotamiento” sucede, se va diluyendo el tiempo libre de ellos que podrían habérselo dedicado a nuestros nietos y por ello seguramente terminarán traspasándole muy poco de amor, del poco que ya ellos traían en su “recipiente de amor”.

En mi tiempo de vida he visto como 4 generaciones, por motivos “diferentes” (pero muy parecidos entre sí, toda vez que tienen un componente netamente social) los “recipientes de amor” de cada una de ellas han ido mermando… y si pudiera retroceder en el tiempo y les preguntara, cada una de estas generaciones me llenarían la cabeza con justificaciones del porqué no “les dieron más” amor a su descendencia.

Oyendo a Claudio Naranjo (psiquiatra chileno, ampliamente reconocido entre otras cosas por su labor en favor de la educación, entre muchísimos otros tópicos a los cuales se ha dedicado en su vida) me llevó a esta reflexión que hoy escribo y “casualmente” (¿ o debiera decir por sincronía ?) hoy leo en una página amiga el término japonés “Nankurunaisa” (“con el tiempo se arregla todo”) y me doy cuenta que la clave para poder “cortar” con esta “espiral de escasez de amor”… ES EL TIEMPO…
SI NO PARAMOS… RESPIRAMOS… REFLEXIONAMOS… MEDITAMOS… NO VAMOS A PODER DEDICAR LA CANTIDAD DE TIEMPO NECESARIO E INDISPENSABLE A NUESTROS HIJOS… que es lo mismo que decir… NO VAMOS A PODER TRASPASARLES TODO EL AMOR POSIBLE A ELLOS.

Y lo más importante… con esta reflexión, este respirar, este “stop”, vamos a TENER EL SUFICIENTE TIEMPO COMO PARA DARNOS CUENTA EL PORQUÉ NUESTRO “RECIPIENTE DE AMOR” ACTUAL ES TAN “POBRE”… y como lo que queremos para nuestros hijos es lo mejor, NOS DAREMOS CUENTA QUE NO DEBEMOS “ECHARLE LA CULPA” A NUESTROS “MAYORES” DE NO TENER LO “SUFICIENTE” COMO PARA TRASPASÁRSELO A ELLOS… SINO QUE TENEMOS LA RESPONSABILIDAD DE GENERAR EL AMOR “FALTANTE” EN NUESTRO “RECIPIENTE”, PARA PODER TRASPASARLE A LAS NUEVAS GENERACIONES ABUNDANTE AMOR con el cual ellos “enfrenten” la vida que les toca vivir, de la mejor manera posible.

Pancho García

La emoción humana forma físicamente la realidad


Investigación impacta a científicos...

Tres diferentes estudios, realizados por diferentes equipos de científicos demostraron algo realmente extraordinario. Pero cuando una nueva investigación conectó estos 3 descubrimientos, algo impactante ocurrió, algo que se esconde a la vista. La emoción humana forma literalmente el mundo que nos rodea. No sólo nuestra percepción del mundo, sino la realidad misma.

Los científicos concluyeron que «la emoción humana produce efectos que desafían las leyes convencionales de la física». En el segundo experimento similar pero no relacionado, diferentes grupos de científicos extrajeron leucocitos (glóbulos blancos) de donantes y los colocaron en cámaras para que pudieran medir los cambios eléctricos.

En este experimento, el donante fue colocado en una habitación y sometido a «estimulación emocional» consistente en videoclips, lo que generó diferentes emociones en el donante. El ADN se colocó en una habitación diferente en el mismo edificio. Tanto el donante como su ADN fueron monitoreados y como el donante exhibió picos o valles emocionales (medidos por respuestas eléctricas), el ADN exhibió respuestas idénticas al mismo tiempo.

No hubo tiempo de retraso, ni tiempo de transmisión. Los niveles altos y bajos de ADN coincidieron exactamente con los niveles altos y bajos del donante en el tiempo. Los científicos querían ver qué tan lejos podían separar el donante de su ADN y aún obtener este efecto. Detuvieron las pruebas después de separar el ADN y el donante a más de 50 millas y continuaron teniendo el mismo resultado; sin tiempo de retraso y sin tiempo de transmisión.

El ADN y el donante tuvieron las mismas respuestas idénticas en el tiempo. La conclusión fue que el donante y el ADN pueden comunicarse más allá del espacio y el tiempo. ¡El tercer experimento resultó bastante impactante! Los científicos observaron el efecto del ADN en nuestro mundo físico. Los fotones de luz, que conforman el mundo que nos rodea, fueron observados dentro del vacío. Sus localizaciones naturales eran completamente al azar. El ADN humano se insertó entonces en el vacío. Sorprendentemente, los fotones ya no actuaban de forma aleatoria. Siguieron con precisión la geometría del ADN.

Los científicos que estaban estudiando esto, describieron los fotones comportándose «sorprendentemente y contra-intuitivamente». Ellos continuaron diciendo: «¡Estamos obligados a aceptar la posibilidad de un nuevo campo de energía!» ¡Concluyeron que el ADN humano forma literalmente el comportamiento de los fotones de luz que conforman el mundo que nos rodea! Así que cuando se hizo una nueva investigación, y todas estas 3 afirmaciones científicas se conectaron entre sí, los científicos se sorprendieron.

Llegaron a una realización impresionante de que si nuestras emociones afectan a nuestro ADN y nuestro ADN forma el mundo que nos rodea, nuestras emociones físicamente podrían cambiar el mundo que nos rodea. Y no sólo eso, estamos conectados con nuestro ADN más allá del espacio y el tiempo. Creamos nuestra realidad eligiéndola con nuestros sentimientos. La ciencia ya ha demostrado algunos hechos interesantes sobre el universo en el que vivimos. Todo lo que tenemos que hacer es conectar los puntos. 

Fuente: bibliotecapleyades
Tomado de: codigooculto.com/2017/03/investigac...

Gatos espirituales


Los gatos poseen una conexión con el mundo mágico, invisible. Así como los perros son nuestros guardianes en el mundo físico, los gatos son nuestros protectores en el mundo energético. Durante el tiempo que pasa despierto, el gato va “limpiando” tu casa de las energías intrusas. Cuando duerme, él filtra y transforma esta energía. El gato puede muchas veces estar en lugares con baja circulación de energía Chi vital para poder activar ésta área. Muchas veces el gato se queda mirando para la nada, totalmente concentrado…él de seguro ve cosas que nosotros no vemos, desde insectos microscópicos hasta seres de otras dimensiones.

Muchas veces su gato va para un lugar aislado de la casa y comienza a miar, no es solo atención que él quiere, es una especie de alerta que él está dando: la cualidad de energía de ese lugar necesita mejorar. Nuestros problemas, nuestro estrés diario es absorbido por el gato. Cuando es demasiado y el lugar está muy cargado de energía negativa, no es raro que el gato se enferme. Claro que el gato no es el único responsable por el equilibrio energético de la casa, pero él se esfuerza bastante. Cuanta más armonía exista en su ambiente, menos energía negativa él necesitará filtrar y consecuentemente será más feliz y saludable.

Cuando dormimos nuestros cuerpos astrales se separan del cuerpo físico y van para una quinta dimensión, la dimensión sin tiempo ni espacio: la dimensión en que estamos cuando soñamos. Por falta de entrenamiento y preparación, la gran mayoría de las veces no vemos esta dimensión tal como ella es, en vez de eso la “disfrazamos” y codificamos como nuestro contenido psíquico e inconsciente. Los gatos muchas veces nos acompañan en estos viajes astrales o protegen nuestro cuerpo astral, además de cuidar nuestra pieza de espíritus indeseables cuando estamos durmiendo. Estas son las razones por las que a ellos les gusta dormir con nosotros en la cama.

Los gatos también monitorean nuestra evolución. Durante su convivencia con nosotros, ellos transmiten informaciones a las dimensiones superiores, sirviendo como radares y transmisores. Además de eso, como transformadores de energía ellos ayudan en la cura, desempeñando un papel semejante al de los cristales.

Los gatitos son profesores, ellos nos enseñan amar. Un amor libre, no sumiso, respetador del arbitrio ajeno y las diferencias. Por eso tantas personas tienen dificultad en convivir con gatos y los encuentran “interesados”. Primero, tú tienes que conquistar la confianza del gato. Después, tú tienes que aprender a respetarlo. Él te demostrará afecto cuando realmente este preparado y no cuando tú se lo mandes. Gatos reflejan amor. Desde el punto de vista energético, personas que tienen alergia a los gatos son personas que tienen dificultad en dejar entrar el amor a sus vidas.

De acuerdo con Caroline Connor, si hay muchas personas en la familia y un único gato, él puede quedar sobrecargado absorbiendo la negatividad de todos. Es bueno tener más de un gato para dividir la carga entre ellos, sobre todo en esos casos.

Si tú no tienes un gato, y de repente aparece uno en tu vida, es porque tú necesitas de un gatito en una época específica. El gatito está queriendo ayudarte. Si tú no lo puedes acoger, es importante que le encuentres un hogar. El gatito llegó hasta ti por alguna razón que tú no puedes comprender a nivel físico, pero tú puedes descubrirlo a través de los sueños. Muchas veces el gatito aparece, cumple su función y se va.

Quédate atento a la forma como los gatos reaccionan a las visitas en tu casa. Muchas veces ellos están intentando protegerte de un campo energético negativo o pesado.

Tomado de: Despertar Espiritual

6 Leyes del Karma... poco conocidas


LA GRAN LEY

"Así como siembras, así cosecharás". 

Esto también se conoce como la "Ley de Causa y Efecto".

Todo lo que ponemos en el universo es lo que vuelve a nosotros. Si lo que queremos es felicidad, paz, amor, amistad, entonces debemos ser felices, pacíficos, cariñosos y un verdadero amigo.

LA LEY DE LA CREACIÓN

La vida no sólo PASA, sino que requiere de nuestra participación.
Somos uno con el universo, tanto dentro como fuera. Lo que nos rodea nos da pistas sobre nuestro estado interior. Sé tú mismo, y rodéate de lo que quieres tener presente en tu Vida.

LA LEY DE LA HUMILDAD

Lo que te niegas a aceptar, continuará por ti.
Si lo que vemos es un enemigo, o alguien con un rasgo de carácter que encontramos negativo, entonces nosotros mismos no estamos enfocados en un nivel más alto de existencia.

LA LEY DEL CRECIMIENTO

"Dondequiera que vaya, ahí estás".
Para que crezcamos en Espíritu, somos nosotros los que debemos cambiar y no la gente, los lugares o las cosas que nos rodean. Lo único que tenemos en nuestras vidas es NOSOTROS y es el único factor sobre el que tenemos control. Cuando cambiamos quiénes y qué somos dentro de nuestro corazón, nuestra vida sigue el ejemplo y cambia también.

LEY DE RESPONSABILIDAD

Siempre que hay algo mal en mi vida, hay algo mal en mí.
Reflejamos lo que nos rodea y lo que nos rodea nos refleja a nosotros; esto es una verdad universal. Debemos asumir la responsabilidad de lo que está en nuestra vida.

LA LEY DE CONEXIÓN

Cada paso conduce al siguiente paso y así sucesivamente. Alguien debe hacer el trabajo inicial para continuar, ni el primer paso ni el último son de mayor importancia.

Tomado de: aprendizajerecreativo.blogspot.com

Acerca de Escuchar…


Cuando los amigos ofrecen consejo, uno debería escuchar con atención.

Una de las grandes cosas que se debería aprender es a escuchar. Escuchad muy silenciosamente. No escuchéis con indiferencia. No escuchéis como si estuvierais siendo corteses porque son vuestros amigos. En este caso es mejor pedirles que no digan nada porque no estáis de humor para escuchar.
Pero si estáis escuchando, escuchad de verdad… sed abiertos, porque quizá tengan razón. Y aunque estén equivocados, escucharlos os enriquecerá. Conoceréis más lados de la misma cosa, más puntos de vista, y siempre es bueno aprender. Así que escuchad, pero decidid siempre por vuestra propia cuenta.

En cuanto una persona posee esta comprensión relativa y se desprende de las necedades absolutas, las cosas se tornan muy claras y fáciles. De lo contrario, la gente se vuelve muy tajante. Piensa en términos absolutos: esto es verdad y lo que sea que se le oponga está mal. Es algo que ha perjudicado a toda la tierra… los hindúes, los mahometanos y los cristianos luchan porque todo el mundo reclama la verdad absoluta. Nadie posee ningún derecho sobre ella. No es el monopolio de nadie.

La verdad es vasta. Infinitas son sus facetas e infinitos los caminos para conocerla. Y lo que sea que conozcamos es limitado; no es más que una parte.

Osho
Libro: DÍA A DÍA. 365 meditaciones para el Aquí y el Ahora.

HOMBRES CONFUSOS, LIDERES CONFUSOS


Si le "preguntásemos" a Krishnamurti la razón de tener a Trump en el poder, esta sería su respuesta...
HOMBRES CONFUSOS, LIDERES CONFUSOS

Pregunta: ¿No puede usted hacerse de seguidores y emplearlos convenientemente? ¿Tiene que seguir usted siendo una voz en el desierto?

KRISHNAMURTI: Bueno, ¿qué entendéis por seguidores y qué entendéis por líder? ¿Por qué seguís a alguien y por qué creáis un conductor? Si esto os interesa, os ruego lo consideréis con atención. ¿Cuándo seguís a alguien? Sólo seguís a alguien cuando os halláis confusos; cuando sois infortunados, cuando os sentís por el suelo, deseáis que alguien -un conductor político, religioso o militar- os ayude, os saque de vuestra miseria. Cuando en nosotros hay claridad, cuando comprendéis, no deseáis que se os conduzca. Sólo deseáis ser conducidos cuando os halláis en estado de confusión, con todo lo que ello implica. ¿Qué sucede, pues? ¿Cómo podéis ver claramente cuando estáis confusos? No pudiendo ver claramente, escogeréis un conductor que también estará confuso: (Risas) 

No riais.

Eso es lo que ocurre en el mundo, y es desastroso. Podrá sonar a agudeza, pero no lo es. ¿Cómo puede un hombre ciego escoger un conductor? Sólo puede escoger entre los que le rodean. De un modo análogo, un hombre confuso puede elegir tan sólo un conductor que esté tan confuso como él mismo. ¿Y qué ocurre? Estando confuso, es natural que vuestro líder os conduzca a mayor confusión, a mayor desastre, a mayor miseria. Eso es lo que hoy sucede en el mundo entero. Por el amor de Dios, señores, considerad el hecho: se trata de vuestra miseria. Se os conduce a la matanza porque rehusáis ver y disipar la causa de vuestra propia confusión. Y es porque rehusáis verla que creáis con vuestra confusión los hábiles y astutos conductores que os explotan: porque el conductor, al igual que vosotros mismos, busca la propia satisfacción. Por eso os convertís en una necesidad para el líder, y éste se convierte en una necesidad para vosotros: es una explotación mutua.

¿Para qué, pues, necesitáis un conductor? ¿Y puede acaso haber recta conducción? Vosotros y yo podemos ayudarnos unos a otros a disipar nuestra propia confusión, lo cual no significa que yo me convierta en vuestro líder y vosotros en mis seguidores, o que yo sea vuestro “gurú” y vosotros mis discípulos. Nos ayudamos simplemente unos a otros a comprender la contusión que existe en nuestra propia mente y corazón. Sólo cuando no queréis comprender la confusión, huis de ella; y entonces recurrís a alguien, a un líder o a un “gurú”. Pero si queréis, comprenderla, debéis atender a la miseria común, a los dolores, a las aflicciones, a la soledad; y sólo podéis hacerlo cuando no tratáis de hallar una respuesta, una salida de la confusión. Consideráis la confusión porque ella conduce de por sí a la miseria; por eso deseáis comprender la confusión. Y cuando la comprendáis, cuando la disipéis, seréis libres como el aire, amaréis, no seguiréis a nadie, no tendréis conductores; y entonces advendrá la sociedad de la igualdad verdadera, sin clases y sin castas.

Vosotros, señores, no buscáis la verdad. Tratáis de hallar solución a alguna dificultad, y esa es vuestra desdicha. Queréis conductores que os dirijan, que os remolquen, que os fuercen que os hagan adaptables, y eso inevitablemente lleva a la destrucción, a mayores sufrimientos. El sufrimiento es lo que tenemos a la vista, y, sin embargo, nos negarnos a verlo; y queremos “verdaderos” conductores, lo cual significa gran falta de madurez. Toda conducción, para mí, es indicio de deterioro social. El líder es un elemento destructivo en la sociedad. (Risas). No lo toméis a broma, no paséis por alto ese hecho: consideradlo. Es cosa muy seria, sobre todo ahora. El mundo se halla al borde de una catástrofe y se desintegra rápidamente; y conformarse con encontrar otro líder, un nuevo Churchill, un Stalin de más volumen, un Dios diferente, es absolutamente inútil; porque el hombre que está confuso no puede escoger sino de acuerdo a los dictados de su propia mente, o sea de la confusión. 

De nada sirve, por lo tanto, buscar un conductor, bueno o malo. No hay “buen” conductor; todos los conductores son desacertados. Lo que tenéis que hacer es disipar vuestra propia contusión. Y la confusión sólo queda apartada cuando os comprendéis a vosotros mismos; con el comienzo del conocimiento propio viene la claridad. Sin conocimiento propio, la confusión es como una ola que eternamente os alcanza. Resulta pues muy importante, para aquellos que son realmente serios y de buena fe, el empezar por sí mismos y no buscar liberación ni escape de la confusión. En el momento en que comprendéis la confusión, estáis libres de ella.

Jiddu Krishnamurti,
charla agosto 1º de 1948, Bangalore, extraída de "Vivir de instante en instante"

el Dios de Spinoza...



Dios hubiera dicho:
"Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.
Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.

¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti".

Spinoza - fue un filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes.

Dolor vs Presencia


Cuando su dolor es profundo, toda charla sobre la entrega probablemente parecerá fútil y sin sentido. 

Cuando su dolor es profundo, usted probablemente tendrá una fuerte necesidad de escapar de él en lugar de entregarse a él. Usted no quiere sentir lo que siente. ¿Qué puede ser más normal? Pero no hay escapatoria, no hay modo de salir. 

Hay muchos pseudoescapes; el trabajo, la bebida, las drogas, la ira, la proyección, la supresión, etc... pero no lo liberan a usted del dolor. El sufrimiento no disminuye en intensidad cuando usted lo hace inconsciente. 

Cuando usted niega el dolor emocional, todo lo que usted hace o piensa, así como sus relaciones se contaminan con él. 

Cuando no hay salida, todavía hay un camino a través del dolor, así que no se aparte de él. Enfréntelo. Siéntalo plenamente. ¡Siéntalo!, no piense en él. Expréselo si es necesario, pero no cree un guión sobre él en su mente. Déle toda su atención al sentimiento, no a la persona, evento o situación que parece haberlo causado. No deje que la mente use el dolor para crear una identidad de víctima en usted a partir de él. Sentir compasión de sí mismo y contarles a los demás su historia lo mantendrá atascado en el sufrimiento.

Puesto que es imposible apartarse del sentimiento, la única posibilidad de cambio es entrar en él; de lo contrario, nada cambiará. Así que preste toda su atención a lo que siente y absténgase de clasificarlo mentalmente. Según entra en el sentimiento, esté intensamente alerta. Al principio, puede parecer un lugar oscuro y aterrador. Y cuando surja el impulso de alejarse de él, obsérvelo, pero no actúe sobre él. Siga poniendo su atención en el dolor; continúe sintiendo la tristeza, el miedo, el espanto, la soledad, lo que sea. Permanezca alerta, esté presente, presente con todo su Ser, con cada célula de su cuerpo. Mientras lo hace, está trayendo una luz a esta oscuridad. Es la llama de su conciencia.

En esta etapa usted no necesita preocuparse más de la entrega. Ya ha ocurrido. ¿Cómo? La atención plena es aceptación plena, es entrega. Al prestar atención plena, usted usa "El poder del Ahora", que es el poder de su presencia. En ella no puede sobrevivir ninguna bolsa de resistencia. La presencia suprime el tiempo. Sin tiempo, ningún sufrimiento ni negatividad puede sobrevivir.

Eckhart Tolle

La deuda.


En una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada, cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta. Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar; todos tienen deudas y viven a base de créditos.

Por fortuna… llega un millonario y entra al único hotel del lugar, pide una habitación y pone un billete de 100 euros sobre la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.

Este toma el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el criador de cerdos.

Al momento este sale corriendo a pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.

El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta del pueblo, a la cual hace tiempo que no le paga.

La prostituta con el billete en mano sale corriendo al pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al jefe del hotel.

En ese momento el millonario baja de ver las habitaciones y decide que no le convence ninguna, toma el billete y se va.

NADIE HA GANADO UN CENTAVO, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira al futuro con confianza.

MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA EN LA ECONOMÍA LOCAL, SE ACABA LA CRISIS.
Consumir más en los pequeños comercios y mercados… nos beneficia a todos.

Los 14 preceptos del maestro budista Thich Nhat Hanh


1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso a las budistas. Todos los sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.

2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el mundo en todo momento.

3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y la estrechez.

4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.

6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.

7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.

8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.

9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.

10. No uses a la comunidad Budista para ganancia o provecho personal, ni transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.

11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás de su oportunidad de vivir. Elige una vocación que ayude a realizar tu ideal de compasión.

12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.

13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.

14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del Camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente consciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.

La Obligación de rezar


Durante un tiempo fui profesor en un instituto de sánscri­to. Como no había dependencias para los profesores y yo era e! único, me albergaron en la residencia de los estudiantes. Era un instituto de sánscrito de la vieja escuela; los estudiantes tenían que levantarse todas los días a las cuatro de la mañana, darse una ducha fría y prepararse para los rezos de las cinco.

Desde hacía muchos años solía despertarme espontánea­mente muy temprano, antes del amanecer. Ellos todavía no ha­bían comprobado que yo era un profesor porque todavía no había empezado a impartir las clases.

De modo que no podía trabajar y los estudiantes no tenían la menor idea de que yo era un profesor. En vez de reza rezaban improperios contra Dios, contra el director, contra ritual; tenían que ducharse con agua fría en mitad del invierno era totalmente obligatorio.

Yo les oía y pensaba: «Es muy probable que cuando lleven seis años en este colegio no vuelvan a rezar ni a madrugar en toda su vida. Después de seis años de tortura habrán tenido más que suficiente con esa experiencia».

Le dije al director:
—No está bien que los obliguen a rezar. No se puede obligar a alguién a rezar, no se puede obligar a alguién a amar. Y me respondió:
—No es una cuestión de obligación. Aunque suspendiese la obligación de rezar, seguirán haciéndolo.
—Inténtalo —le dije.

Retiró la orden y, excepto yo, no se levantó nadie a las cuatro de la mañana. Llamé a la puerta del director y él tambien estaba durmiendo; siempre dormía y no participaba en la oración.
—Levántate y mira lo que ocurre —le dije—. No se ha levantado ni uno de los cinco mil estudiantes que hay. Ni uno sólo se ha ido a rezar.

Los pájaros no cantan por obligación. El cucú no canta porque haya recibido una orden presidencial o porque haya alguna emergencia que solventar; simplemente canta porque disfruta con el sol, con los árboles. La existencia es una celebración constante. Las flores no abren sus pétalos porque alguién se lo ordene, no es una obligación. Es una respuesta... una respuesta al sol, una muestra de respeto, de oración, de gratitud.

Osho

No hay cura para la muerte, después de todo...


Cuentan que una madre llorosa se acercó a Buda con su hijo muerto en brazos. 

- ¡Por favor, iluminado, ayúdame!, le dijo con el rostro cubierto de lágrimas. 
- ¿Qué puedo hacer por ti?”, preguntó Buda extendiéndole la mano.
- Cura a mi hijo, no puedo vivir sin él. Tú eres un hombre de grandes poderes, devuélvele la vida.
Buda esbozó una sonrisa compasiva y le dijo:
- Con gusto haré lo que me pides y sólo te pediré algo a cambio: debes traerme tres semillas de mostaza que obtengas de un hogar al que jamás haya visitado la muerte. 

La madre se alegró, y con el niño sin vida aún en brazos, corrió rumbo a la aldea para cumplir su parte.

En la primera puerta que tocó una mujer se ofreció a entregarle las semillas. “Seguramente que en esta casa nadie ha muerto” dijo la madre. “Los que vivimos bajo este techo somos pocos, comparado con todos los que murieron aquí” dijo la mujer, así que la madre debió rechazar las semillas. En la segunda puerta se enteró que hacía un año el hermano del dueño había muerto a causa de un accidente. Lo mismo le sucedió el resto del día: si no había sido un hermano, era un hijo o algún otro familiar el que había fallecido en el pasado.

Al atardecer volvió al bosque, aún con el niño sin vida en sus brazos. “Así que no hay cura para la muerte, después de todo” pensó y enseguida dejó al pequeño sobre una cama de flores. Luego regresó al lugar donde se encontraba Buda y le dijo con resignación “es imposible, no existe el hogar que jamás haya conocido la visita de la muerte”.

“No eres la única que ha perdido un hijo frente a la muerte” dijo Buda.

“Por favor, admíteme como tu discípula” pidió.

La mujer fue inmediatamente aceptada. Una tarde que meditaba observando una lámpara de aceite vio como las llamas se apagaban una tras otra. “La vida es como esta llama. Algunas arden, otras se agitan y se van” pensó. Y cuentan que pasadas las horas seguía observando la lámpara, hasta que alcanzó la iluminación

Siempre... SÉ UN TESTIGO


Te contaré una antigua historia sufí.

Un rey dijo a los sabios de la corte: —Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Tiene que ser muy pequeño de manera que quepa escondido debajo del diamante del anillo.

Todos ellos eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados. Pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total era difícil. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que era casi como su padre; también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por él. El anciano dijo: —No soy un sabio, ni un erudito, menos un académico; pero conozco el mensaje, porque sólo hay un mensaje. Y esa gente no te lo puede dar; sólo puede dártelo un místico, un hombre que haya alcanzado la realización. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico.

Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento por mis servicios, me dio este mensaje —y lo escribió en un papel, lo dobló y se lo dió al rey—. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Y ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Y llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: del otro lado había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería el fin. No podía volver, el enemigo le cerraba el camino y ya podía oír el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante, y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «esto también pasará» sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Y aquello pasó. Todas las cosas pasan; nada permanece en este mundo. Los enemigos que le perseguían se deben haber perdido en el bosque, deben haberse equivocado de camino; poco a poco dejó de oír el trote de los caballos. 

El rey se sentía tremendamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, lo volvió a poner en el anillo, reunió a su ejército y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes,… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: —Este momento también es adecuado: vuelve a mirar al mensaje.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó el rey—. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
—Escucha —dijo el anciano—, esto es lo que me dijo el santo: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso; no sólo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y de repente la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que se regocijaba, que celebraba, que bailaba… pero el orgullo, el ego había desaparecido. Todo pasa.

Pidió al anciano sirviente que viniera a su carro y se sentara junto a él. Le preguntó: -¿Hay algo más? Todo pasa… Tu mensaje me ha sido de gran ayuda.
—La tercera cosa que dijo el santo es: «Recuerda que todo pasa. Sólo quedas tú; tú permaneces por siempre como testigo».

Todo pasa, pero tú permaneces. Tú eres la realidad; todo lo demás sólo es un sueño. Hay sueños muy hermosos, hay pesadillas… pero no importa que se trate de un sueño precioso o de una pesadilla; lo importante es la persona que está viendo el sueño. Ese que ve es la única realidad. 

Osho

Los lazos del rencor.


Cuando alguien nos ha hecho sufrir, nuestra tendencia espontánea es a guardar cuidadosamente el recuerdo de ese daño, como una "factura" que esgrimir en el momento oportuno para exigir cuentas y hacer pagar al otro lo que nos debe.

Pero no somos conscientes que esas facturas acumuladas terminan por envenenar nuestra vida.
Es mucho más inteligente perdonar toda la deuda y nuestro corazón quedará libre.

Todos hemos experimentado como el resentimiento guardado por otra persona nos lleva a perder la objetividad con ella.

Entonces todo lo vemos negro y nos cerramos a todo lo bueno que pueda tener o que quiera darnos .
Conozco personas que han guardado su rencor y resentimiento por alguien y han sido esclavas de eso toda la vida. Parece agudizarse en esas personas una tendencia a ver casi todo desde un punto de vista negativo y acumulan y acumulan quejas y reclamos en general. Para ellas parece mucho más difícil ver lo bueno que hay en sus vidas. 

Y hay tanto de positivo, de bueno, de agradable que les pasa desapercibido. Están centradas en el lado oscuro de la vida.

¿ Se habrán puesto a pensar alguna vez en el privilegio que significa estar vivos, estar sanos?
No es fácil perdonar cuando nos hacen daño pero tenemos que darnos cuenta que perdonando a alguien nos hacemos un bien a nosotros mismos, porque recobramos la libertad que el rencor y el resentimiento nos podrían haber hecho perder.

Somos tan dependientes de las personas que aborrecemos como de las que amamos en forma exagerada.

Cuando tenemos rencor por alguien no dejamos de pensar en él; nos inundan sentimientos negativos que agotan gran parte de nuestras energías; y se produce un bloqueo que no nos deja vivir nuestra propia vida.

El perdón nos libera de ataduras que nos amarga el alma y nos enferma el cuerpo.
"Aliviana tu carga y estarás más libre para moverte hacia tus objetivos". 

Osho.

JUZGAR


Nunca te sientas justo ni pretendas estar en lo cierto, no te aferres a esta idea. Y no pienses que los demás están equivocados, porque las dos cosas van juntas, si sientes que estás en lo cierto siempre estarás descalificando a los demás y pensando que la otra persona está equivocada. No desca­lifiques a nadie ni te alabes a ti mismo; de lo contrario, te equi­vocarás. Acepta a la gente como es. Eso es lo que son y ¿quién eres tú para decir si está bien o mal? Si están equivocados sufren y si están en lo cierto son dichosos. 

Pero ¿quién eres tú para cri­ticarlos?

Tu crítica aumenta tu ego. Por eso la gente habla tanto de lo que los demás hacen mal, porque les produce la sensación de es­tar haciendo las cosas bien. Si alguien es un asesino eso les hace sentirse bien: «Yo no soy un asesino; por !o menos no soy un ase­sino».

Si alguien es un ladrón ellos se sienten bien: «Yo no soy un la­drón». Y así sucesivamente, mientras tanto, su ego se va fortale­ciendo. La gente habla de los pecados de los demás, de los delitos de los demás y de todo lo malo de la vida de los demás. La gente no hace más que hablar de eso. Lo exageran y lo disfrutan... así sienten que «yo soy bueno». Pero esta sensación pronto se con­vertirá en una barrera.

Sé compasivo, sé inteligente y amoroso. Mira a los demás sin juzgarlos. Y nunca empieces a sentirte una persona recta, ni em­pieces a sentir una especie de santidad. No te conviertas en «Su santidad». Nunca.

Mantente común; no seas nadie. Y en ese no ser nadie llega el último huésped... en ese no ser nadie tú te conviertes en el an­fitrión.

Osho


El hombre autorrealizado está en calma.


¿Es la autorrealización una necesidad básica del hombre?

Respuesta de Osho:

"Primero trata de comprender lo que se entiende por autorrealización... El hombre nace como potencialidad. No está realmente realizado: es sólo potencial... Puede que llegue a ser algo; puede que logre la realización de su potencialidad o puede que no la logre. Puede que la oportunidad sea usada o puede que no lo sea. Y la naturaleza no te está obligando a realizarte. Eres libre. Puedes elegir realizarte; puedes elegir no hacer nada al respecto. El hombre nace como una semilla. De modo que ningún hombre nace realizado; tan sólo con la posibilidad de la realización.

Si fuera así -y es así-, entonces la autorrealización se convertiría en una necesidad básica. Porque a menos que estés realizado, a menos que te vuelvas lo que puedes ser o lo que se supone que vas a ser, a no ser que se realice tu destino, a no ser que llegues realmente, a no ser que la semilla se convierta en un árbol realizado, sentirás que te falta algo. Y todo el mundo siente que le falta algo. Esa sensación de que te falta algo se debe en realidad a esto, a que aún no estás realizado.

No es realmente que te falten riquezas o posición, prestigio o poder. Incluso si consigues lo que requieres -riquezas, poder, prestigio, cualquier cosa-, sentirás esta sensación constante de que falta algo dentro de ti, porque este algo que falta no está relacionado con nada externo. Está relacionado con tu crecimiento interno...

De modo que la autorrealización indica que una persona ha llegado a ser lo que tenía que llegar a ser. Había nacido como una semilla y ahora ha florecido. Ha alcanzado el crecimiento completo, un crecimiento interno, el fin interno...

Un buda es una persona autorrealizada. Es por eso por lo que representamos a Buda, Mahavira y otros...sentados sobre un loto completamente florecido...

¿Qué hacer con respecto a la autorrealización? Hay que comprender dos cosas. Una: autorrealización no significa que si llegas a ser un gran pintor o un gran músico o un gran poeta estarás autorrealizado. Por supuesto, una parte de ti estará realizada, e incluso eso proporciona una gran satisfacción.
Si tienes una potencialidad de ser un buen músico y la realizas y te haces músico, una parte de ti estará realizada, pero no la totalidad. El resto de humanidad que hay dentro de ti permanecerá sin realizar. Estarás desequilibrado. Una parte habrá crecido, y el resto se habrá quedado como una piedra que cuelga de tu cuello...

Cuando digo autorrealización, no quiero decir que deberías convertirte en un gran poeta o que deberías convertirte en un gran músico. Quiero decir que deberías convertirte en un hombre total...
Cuando digo que te vuelvas un hombre total no quiero decir que te conviertas en un gran hombre. Quiero decir que crees un equilibrio, que estés centrado, que estés realizado como hombre; no como músico, no como poeta, no como artista, sino realizado como hombre. ¿Qué significa estar realizado como hombre?...

¿Qué es un hombre total? ¿Qué quiere decir ser un hombre completo, un hombre total? Significa, en primer lugar, que estés centrado; no existas sin un centro...

Un hombre total está centrado. Al margen de lo que esté haciendo, permanece en el centro. Si está funcionando su mente, está pensando; pensar sucede en la cabeza, pero él permanece centrado en el ombligo. El centro nunca se pierde. Usa la cabeza, pero nunca se va a la cabeza. Usa el corazón, pero nunca se va al corazón. Todas estas cosas se convierten en instrumentos, y él permance centrado.
En segundo lugar, está equilibrado. Por supuesto,cuando uno está centrado, uno está equilibrado. Su vida es un profundo equilibrio. Nunca es unilateral, nunca está en ningún extremo: permanece en el medio...

Un hombre que no esté centrado se irá siempre al extremo. Cuando coma, comerá demasiado, comerá excesivamente, o puede que ayune, pero le resulta imposible comer correctamente... Buda dice que su manera de comer es correcta: no es ni comer excesivamente ni ayunar...

Lo primero. Una persona autorrealizada estará centrada. Lo segundo: estará equilibrada. Tercero: si suceden estas dos cosas -centramiento, equilibrio-, seguirán muchas otras. 

Siempre estará en calma. Al margen de cuál sea la situación, no se perderá la calma... Para un hombre semejante, nada es trivial, nada es grande; todo se vuelve sagrado, bello, divino: ¡todo! 

Independientemente de lo que esté haciendo, sea lo que sea, será de interés supremo. Nada es trivial...
Así que, en tercer lugar, el hombre autorrealizado está en calma. La vida y la muerte son lo mismo; la dicha y el infortunio son lo mismo. Nada lo perturba, nada lo saca de su hogar, de su centro. A un hombre semejante no le puedes añadir nada. No puedes quitarle nada: está satisfecho, realizado... Ha llegado. Ha alcanzado la existencia, el ser; ha florecido como hombre total.

Éste no es un florecimiento parcial. Buda no es un gran poeta. Por supuesto, cualquier cosa que dice es poesía. No es un poeta en absoluto, pero incluso cuando se mueve, cuando camina, es poesía. No es un pintor, pero cuando habla, cualquier cosa que dice se convierte en una pintura. No es un músico, pero su ser entero es música por excelencia".

Osho, El Libro de los Secretos

Contáme tu historia


Desde hace bastante tiempo que no logro que me traigan un café sin leche en los bares de Buenos Aires, todo el mundo parece estar tomando un "cortado" por aquí. Podría sólo sonreírme y seguir adelante si no fuera que esta escena representa para mí lo que nos sucede todo el tiempo, tanto en nuestras vidas personales como globalmente: no tenemos tiempo para escucharnos. 

Tener un oído bien abierto es "sacarnos todo lo propio de encima" para escuchar sin interpretar lo que el otro dice, sin proyectar ni nuestra sombra ni los consecuentes guiones, sin intentar aconsejar sobre lo que para nosotros el otro debería estar haciendo pero no se pudo dar cuenta (en cambio nosotros, tan inteligentes somos, que sí pudimos hacerlo).Con el tiempo aprendí que un oído abierto es el que no tiene miedo a la sensibilidad y por ello, en nuestras relaciones, es el más importante de los sentidos. Lo sé porque no recuerdo tanto las cosas que dije cuando necesité ayuda como la mirada y el gesto atento y concentrado de la persona que me ayudó y también que los dolores más grandes en mí se relacionan con no haber sido mirada o escuchada, más allá del contenido de lo estaba sucediendo en el momento. 

Actualmente estamos ocupados todo el tiempo y no sólo por las cuestiones relacionadas a la subsistencia sino también por ir detrás de consumir cosas que no necesitamos, esto lo saben muy bien los políticos de turno y los publicitarios. Nos mantienen tan ocupados que ya no prestamos oídos a la realidad, incluyendo en ésta que no nos conocemos a nosotros mismos. Inversamente, el simple contacto visual, junto con un cuidadoso "dígame su historia", puede recorrer un largo camino hacia la disminución de los sentimientos de alguien que se percibe solo o alienado. 

Podemos practicar, eligiendo a una persona de nuestras vidas y escucharlas en profundidad, como si hacer esto fuera lo único importante. Podemos probarlo con alguien que no conocemos muy bien, un pariente con quien hayamos tenido un malentendido o alguien que vive con nosotros. Probar con una persona de la calle y ver lo que nos sucede a los dos. 

¿Quién sabe? 

Quizás sólo a través de las palabras, podamos empezar un movimiento. 

Fanny Libertun

Zorba el Buda es el nuevo hombre


Zorba el Budha es el nuevo hombre, es el rebelde. 

Su rebelión consiste en destruir la esquizofrenia del hombre, destruir la división, destruir la espiritualidad que actúa en contra del materialismo, y destruir el materialismo que actúa en contra de la espiritualidad. Es un manifiesto que cuerpo y alma están unidos, que la existencia está repleta de espiritualidad, que hasta las montañas están vivas, que hasta los árboles son sensibles, que toda la existencia contiene ambos…, o quizás nada más, que una misma energía que se expresa de dos maneras - como materia y como consciencia...
 
Esta es mi experiencia -no mi filosofía. Y es apoyada por la física moderna y sus investigaciones: la existencia es energía.... 

Zorba el Buda es la posibilidad más rica. 

Él vivirá su naturaleza con toda plenitud. Cantará canciones de esta tierra. No traicionará ni a la tierra ni al cielo. Reivindicará todo lo que es de esta tierra, todas las flores, todos los placeres y también reivindicará todas las estrellas del cielo. Reivindicará toda la existencia como su hogar. El hombre del pasado era pobre, porque dividió la existencia. El nuevo hombre, mi rebelde, Zorba el Budha, proclama toda la existencia como su hogar. Todo lo que contiene es para nosotros, y lo debemos de usar de todas las maneras posibles sin culpabilidad, sin ningún conflicto, sin preferencia. Sin elegir disfruta todo de lo que la materia es capaz, y regocíjate de todo lo que la consciencia hace posible. Sé un Zorba, pero no te detengas ahí. Sigue avanzando hasta convertirte en Budha. 

Zorba es una mitad, Buda es una mitad. 

Se cuenta una antigua historia: 

En un bosque cerca de la ciudad, vivían dos vagabundos. Naturalmente eran enemigos, como lo son todos los profesionales - dos doctores, dos profesores, dos santos. 

Uno era ciego y el otro cojo, y los dos eran muy competitivos; durante el día entero en la ciudad competían el uno con el otro. 

Pero una noche sus chozas se incendiaron porque todo el bosque ardió. 

El ciego podía escapar, pero no podía ver donde correr, no podía ver hacia donde todavía no se había extendido el fuego. El cojo podía ver que aún existía la posibilidad de escapar, pero no podía salir corriendo - el fuego era demasiado rápido, salvaje - así pues lo único que podía ver con seguridad era que se acercaba el momento de su muerte. 

Los dos se dieron cuenta que se necesitaban el uno al otro. El cojo tuvo una repentina claridad: “El otro hombre, el ciego puede correr y yo puedo ver”. 

Olvidaron toda su competitividad. En estos momentos críticos en los cuales ambos se enfrentan a la muerte necesariamente uno se olvida de toda estúpida enemistad. Crearon una gran síntesis; se pusieron de acuerdo en que el hombre ciego cargaría al cojo sobre sus hombros y así funcionarían como un solo hombre. El cojo puede ver y el ciego puede correr. Así salvaron sus vidas. Y por salvarse mutuamente la vida, se hicieron amigos; por primera vez dejaron de lado su antagonismo.
Zorba está ciego - no puede ver, pero sabe bailar, cantar, regocijarse. 

Budha ve, pero él sólo puede ver-. El es pura vista -simplemente claridad y percepción- pero no puede bailar; está tullido, no puede cantar ni regocijarse. 

Ya es hora. El mundo está en llamas; la vida de todos está en peligro. El encuentro del Zorba con el Budha puede salvar a toda la humanidad. 

Su encuentro es la única esperanza. 

Osho, El Rebelde

ENEMIGO


Tu enemigo no espera de ti abrazos y flores. 
No espera de ti una mirada calma y mucho menos una actitud soberbia. 
Tu enemigo es el provocador de tu ira. 
Es el que saca afuera tu peor cara. 
El que conoce, intuitivamente, tus debilidades. 
El que rescata tu sombra rugosa y te la muestra como espejo. 
Tu enemigo es un maestro camuflado al que DEBES responder. 
Nunca ocultarte... 
Nunca desafiar... 
Nunca provocarlo con tu indiferencia. 
Todo eso le demuestra tu debilidad. 
A tu enemigo no le sirven tus abrazos sino tu ejemplo. 
Tu propia actitudes frente a la vida que el quiere destruir. 
Tu grandeza interior... 
Tu fortaleza moral... 
Tu no claudicar... 
A tu enemigo debes observarlo, porque te esta mostrando las puertas que dejaste abiertas. Los oscuros dobleces de tu inseguridad. 

Si lo vences que sea con solo tu presencia y no con las mismas armas que el quiere usar. 

A tu enemigo debes reconocerlo antes de que te quiera lastimar. No intentes transformarlo... 

No quieras ser un ejemplo... Solo mantente en tu espacio, sin provocar. 

Y observa en él tus errores a mejorar. 

Gracias 

IUSHES para Escarabajo Perdido 

Los días que quedan...



“Hagas lo que hagas, el día señalado te encontrará de alguna manera que no siempre puedes predecir”. 

Has contado una y otra vez los días que te quedan para llegar. 

Has tomado nota de cada uno de los sucesos que te trajeron hasta aquí. 

Has apuntado en un papelito lo que te queda aún por hacer, lo que te queda por solucionar, las llamadas restantes, los encuentros imprescindibles, los encuentros que estarían bien, los encuentros que preferirías evitar pero que crees que deberías tener, los encuentros que te encantaría tener y que crees que no se van a producir…
 
Te has hecho listas de cosas una y otra vez. Y un día conseguiste tachar todos los asuntos del día. Y casi siempre apuntas una y otra vez los temas que quedan pendientes día tras día y que casualmente siempre son los mismos. Te preguntas si llegarás con todo, si te dará el tiempo. 

Para estar en el lugar en el que deseas estar, necesitas completar la lista de tareas pendientes. Para estar en ese lugar desconocido que deseas y que crees que te aportará la felicidad, sientes que debes acometer todas estas tareas que no sabes si quieres realizar. 

Para estar en ese lugar, no reconoces el lugar en el que estás, salvo desde una sensación de incomodidad y decepción. 

Para estar en ese lugar en el que quieres estar necesitas que esa persona te llame y te invite a dar un paseo. Pero esa persona no llama, llama otra que te invita a cobijar su alma de angustia. Y entonces sientes que te estás distanciando de tu meta, que tus tareas son inútiles, que por más que hagas nunca llegarás. 

Y has seguido la dieta de los cuatro pasos y no has conseguido adelgazar. Y has seguido el programa de nueve semanas para lograr la paz espiritual y has acabado con más ansiedad porque te has sentido inservible para la paz cuando otros lo habrán conseguido seguramente tal como rezaba la propaganda y los testimonios. Y has seguido el curso de autoestima en veintiocho días y no puedes decir que te ames profundamente como soñabas que ocurriría en el momento en el que lo compraste. Y has seguido el programa de manifestación de deseos en veintiún días y sientes que lo único que has logrado manifestar han sido deudas; deudas económicas, deudas emocionales… deudas contigo mismo ante todo. 

Has contado una y otra vez los días que te quedan para llegar. 

Y has hecho un nuevo calendario en un papel que trazaste a mano. Y lo rompes. Y rompes todos los papelitos, y las listas, y las metas excesivas e inalcanzables. 

Y te angustias y lloras. Y se aquieta todo. Y ya no lloras ni sientes nada. Ni malo ni bueno. 

Solo sientes que estás aquí y ahora en esta absoluta realidad. 

Y hagas lo que hagas, el avión va a salir ese día y tú estarás en él. No hay nada que hacer para llegar allí, no hay nada que hacer cuando llegues allí. El avión estará y tú también. 

Y descansas. Y sales a dar ese paseo solo. Y hueles los jazmines que te acompañan un tramo del camino. Y te sientas junto a un árbol en el parque. Y la persona que juzgaste equivocada pasa justo en ese momento y su angustia se ha transformado en alegría. Y un mensaje te comunica que no hace falta eso que hiciste y que te llevó tanto tiempo. Y te enteras de que te darán un trabajo que anhelabas. Y te enteras al mismo tiempo de que una de las ilusiones por las que tanto luchaste se destruyó. Y te entregas. Te entregas a la confianza, al que vendrá, al que hay ahora. 

Y haces mientras tanto; haces con la seguridad de que hagas lo que hagas estará bien. Y no quieres cambiar este momento de profunda aceptación y sensación de presencia por ningún otro. Ningún futuro perfecto que puede o no producirse te parece tan perfecto como este momento. 

Y empiezas a vivir así, momento a momento, con una convicción absoluta, con una alegría perfecta. Cuando caminas junto al río, cuando oyes los pájaros cantar en los árboles, cuando te duele la tripa, cuando la brisa del mar te remueve el pelo, cuando te comunican una mala noticia, cuando preparas tu arroz, cuando gozas jugando con un niño, cuando estás en la cola del banco, cuando haces el amor, cuando haces la compra, cuando haces cualquier cosa que haces y cuando no haces cualquier cosa que tienes que hacer y no haces. 

Cuando estás vivo. 

Ahora estás vivo, ahora. 

Y el cuando es un ahora perpetuo y continuo y perfecto. 

Leandro Ojeda López

... a costa de tu Alma.


Un rebelde es alguien que no vive como un robot condicionado por el pasado. 

Él vive individualmente, no como un engrane en el sistema, sino como una unidad orgánica. Nadie más decide en su vida, sólo su propia inteligencia. La fragancia de su vida es la de la libertad – no sólo vive en libertad sino que además, permite que todos los demás vivan en libertad. Él no permite que nadie interfiera en su vida y tampoco interfiere en la vida de nadie más. Para él la vida es tan sagrada- y la libertad es un valor tan importante- que es capaz de sacrificar todo por ella: la respetabilidad, el estatus, hasta la vida misma. 

Todas las religiones son primitivas, burdas- y le han estado dando forma a tu vida. Naturalmente, el mundo entero está lleno de misera: no tienes permiso de ser tú mismo. Toda cultura quiere que seas una copia al carbón, que nunca muestres tu rostro original. El rebelde es aquel que vive de acuerdo a su propia luz, se mueve de acuerdo a su propia inteligencia. Él crea su propio camino al andar, él no sigue a la multitud en la autopista. 

Un rebelde es un proceso continuo de rebeldía; no es estático. Y ahí es donde hago una distinción entre un revolucionario y un rebelde.

Un revolucionario también está condicionado por el pasado. Puede no estar condicionado por Karl Marx o Mao Tze Tung o José Stalin o Adolfo Hitler o Benito Musolini… no importa quien lo condiciona. El revolucionario tiene su propia santa Biblia- el Das Kapital; su tierra sagrada- la Unión Soviética; su propia Meca- en el Kremlin… y justo como cualquier otra persona religiosa, no vive de acuerdo a su propia conciencia. Vive de acuerdo a una conciencia creada por otros. Por lo tanto un revolucionario no es nada más que un reaccionario. Puede ser que esté en contra de cierta sociedad, pero siempre está en pro de otra sociedad. Puede estar en contra de una cultura pero de inmediato está listo para adoptar otra cultura. Simplemente continúa cambiando de una prisión a otra del cristianismo al comunismo; de una religión a otra- del hinduismo al cristianismo. Cambia de prisiones. 

El rebelde simplemente se sale del pasado y no permite que éste lo domine. Es un proceso constante y continuo. Toda la vida del rebelde es un fuego que arde. Hasta el último aliento está fresco, está joven. Él no responderá a ninguna situación de acuerdo a sus experiencias pasadas; él responderá a cada situación de acuerdo a su conciencia presente. 

Osho

Para ser libre, no hagas nada...


Es por esto que te he contado la historia sobre Buda:

Cómo le dijo a un hombre que quería retarlo en un debate filosófico: 

"No me hagas ninguna pregunta".

Este hombre era un dialéctico, que conocía y hablaba acerca de todo. Había vencido a todos sus oponentes. Buda dijo:

"Antes de discutir, debes estar de acuerdo en sentarte conmigo en silencio durante un año. Pero no debes preguntarme nada. Puedes permanecer conmigo, pero no hablarme. No quiero escuchar nada de ti. No quiero escuchar tus ideas. No quiero tu experiencia, porque no sabes aún quién eres. Todo eso no es nada. ¿Puedes hacer esto? ¿Puedes pasar este tiempo conmigo y no hablar?"

El hombre estuvo de acuerdo, pero por supuesto pasó por un infierno.

Experimentó la abstinencia. Estaba tan acostumbrado a pensar y a hablar mucho. Pero ahora se le dijo: "No, no hables conmigo. No te es permitido hablar tampoco con nadie en mi casa. Mantente en silencio. Sé como una silla. Yo no converso con mi silla. Mantente en silencio". Esto debió haberlo quemado. 

Pero algo en él debió saber: ¡Las palabras de este hombre son poderosas! Y se quedó. Honró su palabra. No se le dio ningún espacio a la mente.

¿Y qué ocurrió?

Un profundo silencio.

A medida que su mente cayó en silencio profundo, una inmensa paz entró en su ser. Cuando llegó la paz, se dio cuenta de que nunca antes había sentido paz.

Todo el ruido anterior se fue.

Se rindió y se hizo discípulo de Buda. 

Mooji

“Quien tenga oídos, que escuche” - Jesús


Los Manuscritos de Nag Hammadi o Biblioteca de Nag Hammadi, también conocidos como los Evangelios Gnósticos, son una colección de textos, en su mayor parte adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, descubiertos cerca de la localidad de Nag Hammadi, en el Alto Egipto, en 1945. 

Ese año, doce códices de papiro encuadernados en piel, y los restos de un décimo tercero, cuidadosamente guardados en una jarra de cerámica sellada y escondidos en unas grutas próximas (en el macizo montañoso de Jabal al-Tarif), fueron encontrados casualmente por un campesino llamado Muhammad Alí al-Samman.

A continuación: LAS ENSEÑANZAS SECRETAS DE JESÚS REVELADAS, en un programa con el Doctor Files.

¿Quieres saber cómo hacerte más consciente?


En India se cuenta una antigua historia:
Un gran sabio envió a su principal discípulo a la corte del rey Janak para que el joven aprendiera algo que le faltaba. 

El joven decía:
-Si tú no puedes enseñarme, ¿cómo va a poder enseñarme ese Janak? Tú eres un gran sabio; él es sólo un rey. ¿Qué sabe él de la meditación y la conciencia?
-Tú sigue mis instrucciones -le dijo el gran sabio-. Ve a él, inclínate ante él; no seas egoísta, pensando que tú eres un san­nyasin y que él es un vulgar padre de familia, que él vive en el mundo, que es mundano y tú eres espiritual. Olvídate de todo eso. Te envío con él para que aprendas algo, así que de momento él es tu maestro... 

Fue de mala gana, y de mala gana se inclinó. Y al inclinarse se sentía muy irritado con su maestro porque aquella situación de tener que inclinarse ante Janak le resultaba desagradable. Una hermosa mu­jer estaba danzando en la corte, y la gente bebía vino, y Janak esta­ba sentado con aquel grupo. Al joven aquello le parecía condena­ble... pero aun así se inclinó.
Janak se echó a reír y dijo: 

-No es preciso que te inclines ante mí si te parece tan condenable. Y no tengas tantos prejuicios antes de haberme experimen­tado. Tu maestro me conoce bien, y por eso te ha enviado aquí. Te ha enviado para que aprendas algo, pero esta no es manera de aprender. 

El joven respondió:
-No me importa. Él me ha enviado y yo he venido, pero maña­na por la mañana me marcharé porque no creo que aquí pueda aprender nada. De hecho, si aprendo algo de ti, habré malgastado toda mi vida. No he venido a aprender a beber vino y ver bailar a be­llas mujeres, y todo este desenfreno...

Janak sonrió y dijo:
-Puedes marcharte por la mañana. Pero ya que has venido y es­tás tan cansado, por lo menos descansa esta noche y por la mañana podrás irte. Y quién sabe... la noche podría ser el contexto del aprendizaje para el que tu maestro te ha enviado a mí. Aquello le pareció muy misterioso.
¿Cómo iba la noche a ense­ñarle algo? 

Pero bueno, tenía que pasar allí la noche, así que más valía no armar mucho alboroto. Se quedó. El rey ordenó que le pre­pararan la habitación más hermosa del palacio, la más lujosa. Acompañó al joven, se encargó de todo lo referente a su cena y su cama, y cuando el joven se acostó, Janak se retiró. Pero el joven. no pudo dormir en toda la noche, porque al mirar hacia arriba vio una espada desenvainada que colgaba de un hilo muy fino justo encima de su cabeza. Aquello era muy peligroso: en cualquier momento, la espada podía caer y matar al joven; así que se quedó despierto toda la noche, vigilando para poder evitar la ca­tástrofe en caso de que se produjera.
Por la mañana, el rey le pre­guntó: 

-¿Era cómoda la cama?, ¿era cómoda la habitación?
-¿Cómoda? -exclamó el joven-. Todo era cómodo... pero ¿y la espada? ¿Por qué me hiciste esa jugarreta? ¡Ha sido muy cruel!. Estaba cansado, había venido a pie desde el lejano ashram de mi maestro, en el bosque, y tú me gastas esa broma tan cruel. ¿Qué es eso de colgar una espada de un hilo tan fino?. Tenía miedo de que soplara una ligera brisa y acabara conmigo. No he venido aquí para suicidarme. 

El rey dijo:
-Quiero preguntarte una cosa. Estabas tan cansado que te ha­brías quedado dormido con mucha facilidad, pero no has podido dormir. ¿Qué ocurrió?. El peligro era grande, era cuestión de vida o muerte. Por eso te mantuviste despierto, alerta. Esa es mi ense­ñanza. Ya puedes irte.
Pero si quieres, puedes quedarte unos días y observarme. .. "Aunque estaba sentado aquí en la corte, mientras bailaba una hermosa mujer, yo estaba alerta a la espada que cuelga sobre mi ca­beza. Es invisible. Su nombre es muerte. Yo no miraba a la mujer. Así como tú no pudiste disfrutar del lujo de tu habitación, yo no bebía vino. Era consciente de la muerte, que puede llegar en cualquier momento. Soy consciente de la muerte en todo momento. Por eso vivo en un palacio y aun así soy un ermitaño. Tu maestro me cono­ce y me comprende. Y también comprende lo que yo comprendo. Por eso te ha enviado aquí. Si vives aquí unos cuantos días, puedes observar por tu cuenta. 

¿Quieres saber cómo hacerte más consciente?. 

Hazte más cons­ciente de la precariedad de la vida. La muerte puede llegar en cual­quier momento. Puede llamar a tu puerta en el próximo instante. Puedes seguir inconsciente si crees que vas a vivir eternamente, pero ¿cómo puedes vivir inconsciente si la muerte está siempre rondando?. ¡Es imposible!. 

Si la vida es momentánea, una burbuja de jabón que con un pinchazo desaparece para siempre, ¿cómo puedes seguir inconsciente?

Aplica conciencia a todos tus actos. 

Osho,