lunes, 13 de agosto de 2018

Comprende esto y sé libre.


Hay un asunto importante que atender, tú “no-yo”. Porque tú no eres, porque cuando eres, sufres.

El más grande sufrimiento no viene de las diferentes situaciones de la vida, viene de los pensamientos acerca de las situaciones. Todos tus problemas surgen de la incapacidad que has adquirido para verte liberado de la apariencia de tu persona.

Tú eres = sufrir. Tú no eres = Libertad. Esta es la fantástica ecuación.

¿Dónde surge tu persona? En cada pensamiento, que a su vez se refleja en lo que sientes.

¿Estás en el pensar, en el sentir, en el mirar, en el hacer? Todo eso es impermanente, y todo lo impermanente viene, te atraviesa y se marcha, pero no eres tú.

Si te han dicho que trabajes en tu persona, te han vendido algún curso espiritual, o te alientan a realizar algún camino, yo te digo que solo has de dejar de trabajar con las emociones y con los pensamientos.

No pierdas ni un solo Segundo de tu vida en lo que surge, ve directo a la fuente, al amor de tu Ser. Y comprende que no eres lo que surge. Con esto es suficiente…

Solo comprende quién eres tú, y al hacerlo cesará la persona. Iluminación significa saber quién eres sin ningún tipo de duda. No significa que te ganes el cielo perdonando, o amando. Solo has de saber quién eres.

¿Quién eres? Lo que surge en el pensamiento, lo que sientes y lo que viene, no eres. La certeza de saber quién no eres es la Libertad.

¿Eres lo que piensas? No.

¿Eres el perdón? No

¿Eres la aceptación? No.

Todos tus problemas aparecen solo porque crees que eres (algo), pero… y si no fueras nada, nada de manera literal. Si no fueras nada, no habría problema.

Todos tus intentos para sujetar, sanar, y liberar a tu vida son un impedimento, todos los intentos por volverte puro son el engaño. Te digo de nuevo: solo permanece contemplando desde ese lugar interior de tu Ser inmaculado, libre del surgir, ahí es donde los problemas cesan, donde la liberación surge sin esfuerzo.

Que belleza ver en el surgir como los problemas se disuelven en la inmensidad de la mirada lúcida y resplandeciente de tu verdad. Simplemente porque lo que surge es una falsedad. Lo que viene a tu vida, lo que aparece en la consciencia, lo que es registrado en la mente, es simplemente la ilusión de tiempo, es la ilusión de aquel que lo vive. ¿Para que esforzarse? No lo hagas, lo divino no te va a puntuar.

Pregúntate esto y verás la verdad:

¿Eres aquel que lo vive? No… Es muy fácil, a través de esta gran negación podrás descubrir quién eres.

¿Eres aquel que necesita sanar sus pensamientos? No. ¿Quién lo necesitaría? Es un engaño…

¿Eres aquel que a través del perdón llegaría a la iluminación? No… “llegaría” es tiempo.

Siento incomodarte, pero la iluminación es la muerte de la intención, muere el yo que intentaría ser otra cosa y con ello se revela lo que es puro sin intencionalidad.

¿Necesita el Ser perdonar, sanar, liberar emociones? No.

Comprende esto y serás libre sin esfuerzo, sin realizar un solo curso espiritual, sin ningún tipo de sudor espiritual o desgaste físico espiritual.

Reconócete ahora como la liberación misma, deja lo que surge para los ignorantes de la espiritualidad, es para ellos todo el trabajo…

Deja de trabajar para la ignorancia pues ella es muy desagradecida y por mucho que te esfuerces no te recompensará. Solo permanece en tu Ser, eso es todo.

Sergio Noguerón

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